Por Elia Castellón
San Pedro Sula, Honduras. – La pandemia del COVID-19 se convirtió en el mayor problema de salud mundial, el aporte científico ha demostrado que esta infección no solo lleva a la muerte, sino que también deja graves secuelas y efectos secundarios a largo plazo a un gran número de personas que logran sobrevivir a la infección por el virus.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, CDC, aclaran que las afecciones posteriores al COVID-19 son una amplia gama de problemas de salud nuevos, recurrentes o en curso que las personas pueden experimentar cuatro semanas o más después de haberse infectado por primera vez por el virus que causa el COVID-19 y pueden presentarse como diferentes tipos y combinaciones de problemas de salud por diferentes periodos de tiempo.
Las afecciones posteriores al COVID-19, también pueden conocerse como COVID-19 prolongado, COVID-19 de larga duración, COVID-19 pos agudo, efectos a largo plazo del COVID-19 o COVID-19 crónico. Profesionales de la salud de todo el mundo están trabajando para obtener más información acerca de los efectos de salud a corto y largo plazo asociados al COVID-19, quiénes los padecen y por qué.
Las personas comúnmente notifican combinaciones de los siguientes síntomas:
- Dificultad para respirar o falta de aire.
- Cansancio o fatiga.
- Síntomas que empeoran luego de realizar actividades físicas o mentales (también conocidos como malestar general.
- Dificultad para pensar o concentrarse (a veces denominada “neblina mental”).
- Tos.
- Dolor en el pecho o en el estómago.
- Dolor de cabeza.
- Corazón que late rápido o muy fuerte (conocido como palpitaciones).
- Dolor muscular o en las articulaciones.
- Sensación de hormigueo.
- Diarrea.
- Problemas para dormir.
- Fiebre.
- Mareos (vértigo) al ponerse de pie.
- Sarpullido.
- Cambios en el estado de ánimo.
- Alteraciones del gusto o el olfato.
- Cambios en los ciclos del periodo menstrual.
https://espanol.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/long-term-effects/index.html
Profesionales de la salud afirman que como parte del proceso fisiopatológico del COVID-19, se genera una repuesta inflamatoria intensa que tiene al tracto respiratorio y principalmente el pulmón como primer órgano afectado, sin embargo, el estudio “COVID-19: a systematic review of chest CT findings in 4410 adult patients’’ apunta que las secuelas de esta infección no sólo se limitan al aparato respiratorio, y que se han registrado secuelas en el sistema cardiovascular, y en el sistema nervioso central y periférico según.
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7261039/
Diabetes e Hipertensión
Juan Pablo Carías, médico endocrinólogo y docente de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Honduras, UNAH, durante un programa de entrevistas, mencionó que las secuelas por COVID-19 se intensifica en casos de pacientes con diabetes que utilizan esteroides, esto desencadena en problemas metabólicos; pueden producirse cuadros diabéticos graves o complicaciones de gravedad.
Por otro lado, el caso de pacientes que padecen de hipertensión arterial, ya que pueden experimentar un síndrome respiratorio agudo severo producto de la inflamación, dado la interacción entre la hipertensión arterial y la inflamación vascular; misma que tiene consecuencias como cuadros de trombosis.
“Nosotros consideramos que estos grupos poblacionales son los más sensibles, son más proclives a tener un desenlace fatal; pero eso son los grupos en los cuáles debemos ser más enfáticos en las medidas de prevención para evitar que se contagien del virus y tengan estos problemas”, refirió.
Secuelas en el aparato respiratorio
Según la OPS, las personas que desarrollaron un cuadro clínico grave de COVID-19, tienen como principal secuela el desarrollo de fibrosis pulmonar. Durante la fase aguda de la infección por este mortal virus, el daño pulmonar causa edema, desprendimiento alveolar de células epiteliales y depósito de material hialino en las membranas alveolares.
Esta secuela se presenta durante la siguiente fase de la infección, generalmente ocurre entre las segunda y quinta semana, los pulmones muestran signos de fibrosis. Durante la etapa final, entre la sexta y octava semana, el tejido pulmonar se vuelve fibroso. Adicionalmente, hay varios reportes de lesiones en ambos pulmones.
Secuelas en el sistema cardiovascular
Se ha documentado, que pacientes con formas graves de COVID-19, presentaron arritmias cardíacas, lesiones significativas de miocardio; tejido muscular del corazón, encargado de bombear la sangre por el sistema circulatorio mediante su contracción, incluyendo miocarditis relacionada a infección con reducción de la función sistólica; que es uno de los parámetros más importantes a tener en cuenta para valorar el riesgo de mortalidad en la mayoría de las enfermedades cardiovasculares.
Según el artículo “Direct SARS-CoV-2 infection of the heart potentiates the cardiovascular sequelae of COVID-19” publicado en la revista científica Drug Discovery Today, estas lesiones podrían ser secundarias al daño pulmonar severo. Infortunadamente, se conoce poco acerca de los mecanismos responsables de estas secuelas. Preliminarmente, se asume que estaría implicada a una enzima, la cual permite la entrada del virus a las células y facilita la replicación viral.
https://doi.org/10.1016/j.drudis.2020.06.021
También, existen reportes de lesión miocárdica, que podría deberse al daño directo a los cardiomiocitos; que son las células presentes en los músculos del corazón, la inflamación sistémica y fibrosis intersticial miocárdica. Debido a las lesiones significativas de miocardio en pacientes con manifestaciones clínicas graves por COVID-19, la morbilidad y letalidad de la enfermedad podrían ser altas, más aún en pacientes con condiciones cardiovasculares de base.
https://doi.org/10.1016/j.lfs.2020.117723
Secuelas psicológicas
Otro estudio, señala que la propagación del COVID-19 a nivel global sumado al distanciamiento físico, podría presentar efectos psicológicos negativos por el aislamiento social en todos los grupos de edad; niños, adolescentes, jóvenes y personas de la tercera edad, en especial este último, es un grupo poblacional que tiene riesgo de sufrir las secuelas psicológicas por las medidas de salud pública implementadas durante la pandemia, como afecciones psiquiátricas.
Cabe recalcar que los grupos específicos como el personal de salud, podrían también recibir un impacto en la salud mental, así lo señala el estudio “Impact of coronavirus syndromes on physical and mental health of health care workers: Systematic review and meta-analysis”. Y por tal razón, se aconseja la priorización e implementación de estrategias de salud pública integrales para abordar este problema en población en general y grupos específicos.
https://doi.org/10.1016/j.jad.2020.06.022
Secuelas neurológicas
Las principales complicaciones documentadas a raíz del COVID-19, además de las relacionadas con el aparato respiratorio, son las neurológicas, incluyendo delirio o encefalopatía, accidente cerebrovascular, meningoencefalitis, alteración de los sentidos del olfato y el gusto, ansiedad, depresión y problemas del sueño. En muchos casos las manifestaciones neurológicas se han reportado incluso en ausencia de síntomas respiratorios, así lo señala el estudio “Neurological manifestations of COVID-19 and other coronavirus infections: A systematic review”.
https://doi.org/10.1016/j.clineuro.2020.105921
El médico hondureño especialista en neurología, Pablo Rodríguez, informó en la conferencia “Secuelas neurológicas de COVID-19” que los daños en el Sistema Nervioso Central ocurren por un daño sin infección, secundario al aumento de la citosina, donde todos los pacientes asociados pueden presentar cuadros de trastornos metabólicos, hipoxia, formación de micro trombos, lesión endotelial y vasculitis, falla renal aguda y lesión al miocardio.
En ese sentido se ha documentado, también, que pueden producir encefalitis, es decir la inflamación del encéfalo; parte del SNC que se encuentra en el cráneo, o encefalomielitis aguda diseminada; inflamación del cerebro y de la médula espinal, analizados mediante estudios clínicos o confirmados por biopsia cerebral.
“De acuerdo con una pequeña estadística que tenemos de unos cuantos meses ocurridos en el año pasado, hemos identificado 37 Ictus isquémicos (infarto cerebral), 4 trombosis en el seno venoso dural (tipo de coágulo), 4 pacientes con hipertensión intracraneal (HTEC), 3 hemorragias seno aidea, 22 delirium, 2 miopatías, 2 casos de encefalitis, 5 casos Guillain Barre, 2 mielitis transversa (inflamación de la medula espinal), 1 síndrome de encefalopatía posterior reversible y 1 Parkinson.
https://www.facebook.com/FCMUNAHOficial/videos/124492346275747
Rehabilitación para pacientes con COVID-19
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, OPS, los pacientes que se recuperan de COVID-19 y estuvieron en una situación crítica, como la ventilación mecánica, la sedación o el reposo prolongado en cama, puedan producir una serie de secuelas en la aptitud física, la respiración, la deglución, la cognición y la salud mental, entre otras y requieren de rehabilitación.
Las personas mayores y pacientes de cualquier edad con enfermedades crónicas, pueden ser más vulnerables a sus efectos secundarios y se evalúa las necesidades de rehabilitación y seguimiento:
- Pacientes que estén en cuidados intensivos o hayan sido dados de alta de ellos.
- Pacientes mayores que hayan sufrido enfermedad grave.
- Pacientes que presenten alguna disfunción.
La OPS, recomienda brindar programas de rehabilitación personalizados, tanto a corto como a largo plazo, según las necesidades de cada paciente. Para el manejo de las secuelas, la OPS sugiere la evaluación y seguimiento integral de pacientes que alcanzaron la recuperación del COVID-19. El manejo específico de las complicaciones y secuelas por COVID-19, deberá realizarse conforme a los protocolos actuales.
Prevención del COVID-19
El profesor Bin Cao, del Centro Nacional de Medicina Respiratoria, Hospital de la Amistad en China, en su estudio publicado en The Lancet, “si bien la mayoría se había recuperado satisfactoriamente, los problemas de salud persistían en algunos pacientes, especialmente en aquellos que habían estado gravemente enfermos durante su estancia en el hospital”.
Los hallazgos del estudio, sugieren que la recuperación de algunos pacientes llevará más de un año, y esto debe tenerse en cuenta al planificar la prestación de servicios de atención médica después de una pandemia. Cabe resaltar, este estudio es el más grande hasta la fecha para evaluar el estado de salud de los supervivientes de Covid-19 hospitalizados, 12 meses después de enfermarse.
El Boletín No.2 del Observatorio de Covid y Dengue de la Universidad Tecnológica Centroamericana, UNITEC, informa que casi la mitad de las personas con cuadros compatibles con dengue y COVID-19 no están buscando ninguna asistencia médica, solamente 8 de cada 100 personas con síntomas de COVID-19 tardan 8 o más días en buscar ayuda médica. Asimismo, hacen el llamado de alerta a las autoridades, porque 5% de estas personas necesitaron hospitalización por síntomas graves.
https://observatorio-covid19-unitec arcgis.hub.arcgis.com/apps/c9344569229140998d31f2b87bde158e/explore
La mejor forma de prevenir las afecciones posteriores al COVID-19, es evitar contraer el virus. La OMS, recomienda que el correcto uso de las medidas y protocolos de bioseguridad además de vacunarse contra el COVID-19 lo antes posible, es la mejor manera de evitar contraer COVID-19 y también puede ayudar a proteger a quienes le rodean.
Esta publicación se realiza con el apoyo del Fondo de Respuesta Rápida para América Latina y el Caribe organizado por Internews, Chicas Poderosas, Consejo de Redacción y Fundamedios. Los contenidos de los trabajos periodísticos que aquí se publican son responsabilidad exclusiva de sus autores y no necesariamente reflejan los puntos de vista de las organizaciones.
