El impacto de la paralización económica global que genera la
respuesta al COVID 19 es asimétrico.
Sus efectos son mayores en países en de renta media y baja consecuencia de la paralización de los servicios públicos y la informalidad y precariedad de sus entornos laborales.
Como resultado, el mundo experimenta un agravamiento generalizado de las desigualdades.
Hemos visto que el virus no discrimina, pero sus efectos sí: sacan a la luz las profundas
deficiencias en la prestación de servicios públicos y las desigualdades estructurales que
obstaculizan el acceso a ellos. – António Guterres, Secretario General de las Naciones
Unidas
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