Eva María Pérez Llano.  Foto/Cortesía 

Por José Luis Ortiz

La modelo y referente en Europa del “body positive”, nos ofrece una visión sobre el amor propio y las redes, la falta de diversidad y la realidad en la industria de la moda después de veintidós años de lucha. Eva María lleva más de veinte años luchando por derribar los cánones de belleza, que desgraciadamente poco han cambiado y que imperan en la moda actual.

Junto a Aslhey Graham, ella en Estados Unidos, Eva en Europa representa la cara del activismo de la moda curvy. Una activista de la mujer y de su cuerpo que desde el inicio ha lanzado mensajes de autoestima y visibilidad en las redes y que para reivindicar fue portada en la más prestigiosa revista de España “Interviu” en su día.

Ahora más allá de su éxito profesional sigue reivindicando la belleza de todas las mujeres independientemente del peso, la talla o el tipo de cuerpo. Hemos podido hablar con ella para que nos dé su opinión sobre la diversidad en la moda actual.

1-Fuiste y sigues siendo una de las mayores referentes de “body positive” y la moda curvy ¿Cómo conseguiste llegar a tu punto de amor propio?

La respuesta es muy sencilla teniendo claro quién soy, estableciendo límites y metas y evitando a las personas tóxicas, que no son pocas. Al menos en mi caso y en mi carrera.

2-Has tenido mucha influencia en el mundo de la moda y la belleza, has ayudado a muchas mujeres y modelos dentro de la moda curvy ¿Cómo ves la realidad actual? ¿Cuáles son los cambios más significativos que has visto desde que comenzaste?

Por un lado, está el mundo virtual y de la red y por otra parte la realidad en España.  En las redes se avanzó mucho en lo relativo al body positive. En la realidad del mundo de la moda en España, escasamente.  Sigo viendo que ahora se llama modelo curvy a una modelo con unos centímetros más de cadera y que no llega a una talla 40. Antes esa consideración era a partir de la talla 48 ¿Crees que hemos evolucionado?

Los verdaderos cambios se han producido en otros países como se ha podido comprobar en la semana de Nueva York o en París en donde si que se podían ver modelos curvys reales. modelos curvys reales.

3- Dentro del mundo de las redes y especialmente en Instagram ¿cómo crees que afecta a la hora de aceptar la mujer, y el hombre sus cuerpos?

En ese mundo virtual la verdad, no lo puedo negar, se pueden encontrar de todo desde muchos apoyos, de lo que doy fe, y muchos ataques pues la verdad es muy fácil atacar desde detrás de un teclado y ser muy cobarde y desgraciadamente también hay muchos.

Yo he sido muy afortunada pues los apoyos no han sido pocos, pero los ataques han sido muy crueles y cobardes también, en ocasiones hasta denunciables pues se acercaban a delitos de odio.

4- ¿Realmente el mundo de la moda apuesta por la inclusividad  y la diversidad de las tallas?  

Mira la realidad de las pasarelas en España y tú mismo te responderás.  En ellas hemos podido encontrar todo tipo de personas, senior, con incapacidades y deficiencias y es muy bueno y desde aquí lo reconozco y agradezco, pero respecto a las personas “Gordas” se han ignorado, y la moda es para todos.

Si de toda la población mundial, 2.240 millones de personas tienen sobrepeso o son “gordas según sus estándares, más del 40 % de la población mundial ¿Por qué se les ignora, entonces? Si apenas un 10 % de la población mundial se aproximan a sus medidas estándares me pregunto ¿Desde cuándo una minoría se impone ante una mayoría?

5- Desde las redes promueves el hashtag #yonosoy906090 (la belleza más allá de la talla), pero habrá quien no tenga problema con su peso, sino con su pelo, sus pechos, su altura… ¿Por qué les cuesta tanto quererse a las mujeres?

 Seguimos viviendo en una sociedad en la que se educa para que la mujer sea un modelo de perfección y es lo que se nos muestra en todos los medios como la televisión, las revistas, la publicidad, los libros.

La verdad es que la talla no tiene que ver con la belleza y además es efímera no lo olvidemos.

6- ¿Hay esperanza? ¿Lograremos vivir sin obsesionarnos tanto por nuestro físico y dejando de poner etiquetas innecesarias a la belleza?

La esperanza es lo último que se pierde, o, al menos, eso dicen.  Si te soy sincera opino que no cambiará absolutamente nada, desgraciadamente, llevo décadas peleando y he de ser realista.

La esperanza que tengo es que seamos nosotras mismas, las mujeres las que no lo aceptemos y que sea nuestro amor propio la que hagamos y hagan caso omiso a esas etiquetas que no quieran colocar y nos neguemos a encasillarnos.

Si logramos ser reconocidas como personas, pues en la historia pasada no teníamos ni voz, ni voto y ahora se nos han reconocido algunos derechos que nos corresponden por ser personas, aunque se nos nieguen otros debemos seguir en ello. Sororidad por la Igualdad. Está en nuestra mano y desde aquí animo a todas mujeres del mundo a seguir en esta lucha y superando esas barreras que desde el principio nos han querido imponer.

Sobre el autor:

  • José Luis Ortiz (España): El autor de este artículo es escritor, poeta, guionista y columnista de diferentes publicaciones en España y en publicaciones internacionales.

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