Angie Villanueva – En Alta Voz
El 25 de enero se conmemora en Honduras el Día de la Mujer Hondureña, una fecha que recuerda la lucha histórica por la igualdad y los derechos femeninos. Fue en 1955 cuando las mujeres hondureñas lograron el derecho al voto, un momento que marcó un cambio en la participación política del país. Sin embargo, tras 70 años, las mujeres siguen enfrentando grandes desafíos en una sociedad profundamente patriarcal.
La llegada de Xiomara Castro como presidenta generó altas expectativas entre las mujeres hondureñas. Para Noemí Dubón, representante del Foro de Mujeres por la Vida, las esperanzas de avances significativos en derechos y seguridad fueron decepcionantes. “Se ha cumplido muy poco en cuanto a derechos de las mujeres. Los pocos avances que disfrutamos han sido producto de la presión de los movimientos feministas, no de la voluntad política”, afirmó Dubón, quien señala que las deudas del gobierno con sectores conservadores limitan el compromiso real con las mujeres.
En sintonía con esta visión, Angélica Milla, activista social, expresó que la falta de avances no se debe únicamente al hecho de que una mujer ocupe la presidencia, sino al desinterés político generalizado. “Aunque la presidenta sea mujer, no hay interés político. Las estadísticas no se utilizan para tomar decisiones, y eso refleja la falta de un enfoque técnico sobre los problemas que enfrentamos”, destacó Milla.
En 2024, Honduras registró 309 muertes violentas de mujeres, según cifras oficiales del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras. Esto representa un aumento con respecto a los años anteriores, reflejando la urgencia de atender esta problemática. Según Dubón, esta situación se agudizó tras el golpe de Estado de 2009.
Milla, por su parte, enfatiza que la falta de campañas masivas de educación limita la posibilidad de generar un cambio cultural profundo. “Así como se hicieron campañas contra el tabaco o el uso de ácido fólico, se deben implementar estrategias para educar a la población sobre las terribles consecuencias de la violencia contra las mujeres”, sugirió.
Otro tema recurrente es la escasa representación femenina en la toma de decisiones políticas. Milla criticó la ausencia de mujeres en cargos clave, señalando que este gobierno tiene menos mujeres en puestos de poder que administraciones anteriores. “De las pocas que han destacado, podemos mencionar a Sua Martínez en la CICESCT y a Julissa Villanueva. Pero incluso desde la Secretaría de la Mujer no se ha percibido un enfoque claro”, lamentó.
Para Dubón, la falta de participación efectiva de las mujeres en la política se debe a un sistema históricamente patriarcal. Como ejemplo, mencionó que en la Alcaldía de San Pedro Sula, de las 13 gerencias existentes, todas son dirigidas por hombres. “Para que haya una participación efectiva, las mujeres deben contar con igualdad de condiciones y no enfrentar discriminación”, afirmó.
A esto se le suma que el 70% de los municipios del país carecen de políticas específicas para fomentar la participación femenina en cargos de liderazgo, según un informe del Centro de Estudios para la Democracia (CESPAD) de 2024.
A pesar de los avances logrados en algunos espacios, la conciencia sobre los derechos de las mujeres sigue siendo limitada, especialmente en las áreas rurales. “En las zonas rurales prácticamente no hay conciencia. Las luchas feministas han quedado concentradas en las ciudades y se han polarizado, lo que dificulta el avance de una agenda común”, explicó Milla.
El Día de la Mujer Hondureña no solo es un recordatorio de las luchas pasadas, sino también una oportunidad para reflexionar sobre el camino que queda por recorrer. Tanto Dubón como Milla coinciden en que, para lograr cambios significativos, es esencial impulsar una agenda amplia que vaya más allá de la salud reproductiva y aborde las múltiples dimensiones de la desigualdad.
Aunque el panorama es desafiante, las mujeres hondureñas no pierden la esperanza de un futuro más equitativo. Como concluyó Dubón: “Debemos generar políticas públicas específicas para prevenir y sancionar la violencia contra las mujeres y niñas. Solo así podremos empezar a construir un país más justo y humano”.
La verdad este artículo tiene mucho sentimiento y expresa con claridad lo que realmente está pasando en Honduras💗
Muy bien explicado, se destacan muchos puntos importantes que hacen que la lectura sea aún más interesante. Dubon y Milla tienen toda la razón, como la qué formuló este artículo.