Daisy Bonilla – En Alta Voz
En América Latina, el reconocimiento de la ciudadanía para las mujeres se estableció por primera vez en Ecuador en 1929, seguido casi inmediatamente por Chile y Uruguay en 1931.
En Honduras el 25 de enero de 1955, en el gobierno del ex presidente Julio Lozano Díaz conquistaron después de tantos años de lucha el derecho a ser escuchadas, para ejercer el sufragio y votaron por primera vez en las elecciones de 1,957. Mientras, Paraguay y El Salvador lo incorporaron en sus constituciones en 1961.
En México, Adolfo Ruiz Cortínez en un mitin de candidatura a la Presidencia de la República, el 6 de abril de 1952, prometió la “ciudadanía sin restricciones” para las mujeres. Así el 17 de octubre de 1953, cumplió su promesa de campaña con publicación en el Diario Oficial de la Federación.
Durante las décadas de los setenta y ochenta surgieron movimientos de mujeres contra los regímenes autoritarios del continente y demandando más y mejores oportunidades para las mujeres, mientras se consolidaba el retorno a la Democracia.
Los grupos feministas visualizaron que, una vez retornado al modelo al Democrático, se promoviera una mayor participación de la mujer en la elaboración e implementación de las leyes y políticas públicas que la afectan en su vida diaria.
Al respecto, el Consejo de Seguridad Nacional de las Naciones Unidas reconoció que las mujeres están todavía muy poco representadas al nivel de toma de decisiones por lo que secretario general de la ONU, Kofi Annan, se comprometió a dar igualdad de voz en las decisiones del Consejo.
La participación de la mujer en cargos de importancia política y alta responsabilidad ha aumentado progresivamente, sin embargo, el proceso ha sido lento. Sin embrago el informe 2020 enuncia que ¨Ningún país está en camino de lograr la igualdad de género para el año 2030, si las tendencias actuales continúan, la igualdad de género a nivel mundial no se logrará hasta el siglo XXII¨´. La ONU refiere que la participación de las mujeres en los diferentes espacios de toma de decisiones se ubica por debajo de los niveles de desarrollo humano medio.
La directora de la Red de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras, Jessica Trinidad, señaló En el país hace falta muchísimo para poder eliminar la brecha de desigualdades que hay entre hombres y mujeres, pero también hace falta muchísima información”, formación y compromisos por parte de la sociedad en la eliminación del machismo y la cultura patriarcal, agregó.
Isabel Albaladejo Escribano es la Representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) en Honduras desde marzo de 2020, indicó que la situación en el país “nos demuestra que lamentablemente las mujeres tienen menoscabados sus derechos”. Desde todos los ámbitos, pero especialmente desde el periodismo responsable se debe evitar la revictimización o estigmatización que a menudo se hace contra las mujeres
Elecciones Generales 2021
Los resultados señalaron el triunfo electoral de Xiomara Castro de Zelaya, como la primera presidenta constitucional de la República, propuesta del Partido Libertad y refundación. Treinta y cinco diputadas de los 128 en el Congreso Nacional, de los 298 cargos a la Alcaldías municipales, solo 17 mujeres fueron electas alcaldesas, los datos reflejan que dista mucho de alcanzar la paridad, según la normativa de la Ley Electoral de Honduras, Decreto 35-202
El Consejo Nacional Electoral señala que el próximo domingo 09 de marzo del año 2025, se realizara el proceso de elecciones primarias o internas de los partidos políticos y el último domingo de noviembre próximo, las elecciones generales.
Cosette Lopez Osorio, presidenta del CNE, ha manifestado su compromiso con la democracia a la vez que garantizo respetar la ley y la voluntad de todos los hondureños en las urnas.
En Honduras las mujeres representan el 52% de la población y el 54% del padrón electoral. En las próximas elecciones internas y generales las mujeres hondureñas tienen la oportunidad de incrementar su porcentaje de participación política que las catapulte a cargos determinantes en la conducción del destino de la nación.

Por una mujer en la presidencia
Los hombres no servimos para gobernar este país. Servimos para pintar, para escribir, para jugar fútbol… Hay grandes talentos médicos, grandes talentos del narcotráfico. Hay grandes talentos del bien y del mal. Todos son muy buenos en cada una de las especialidades. En lo único en que hemos sido malísimos es en gobernar el país. La salida son las mujeres. Probemos con una mujer.
“Habla Gabo”. Revista Semana, mayo de 1985.

Xiomara Castro, presidenta constitucional de Honduras

Jessica Trinidad Red se Defensoras de Derechos Humanos
El país, PLANETA FUTURO

Isabel Albaladejo Escribano, representante de OACNUDH

Abogada Cosette Lopez, presidenta del Consejo Nacional Electoral.
La Mujer en pensamientos de Gabriel Garcia Márquez
El sexo fuerte
Creo que la mujer es el ser fuerte, el sexo fuerte, y que gracias a ella la historia sigue adelante. Da la impresión de que los hombres son los protagonistas de la historia, pero sí lo son es porque alguien está sosteniendo el mundo detrás de ellos, y este alguien es la mujer.
“Estoy tan metido en la política que siento nostalgia de la literatura”. El Viejo Topo, 1979.
El motor del mundo
Realmente el poder de las mujeres es el que mueve al mundo.
“El barco donde estaba el paraíso”. Nexos, diciembre de 1993
Con los pies en la tierra
Mis mujeres están mucho más enraizadas en la realidad que los hombres. Tienen los pies bien plantados; son sólidas, pacientes, constantes. Los hombres son criaturas quiméricas, capaces de acciones locas y grandiosas, pero incapaces de la paciencia y la constancia, débiles en la adversidad, buscando el apoyo de la mujer que en la adversidad será firme como las rocas.
“Escribir bien es un deber revolucionario”. Triunfo, junio de 1977.
La cobardía del machismo
Soy, definitivamente, un anti machista. El machismo es cobardía, falta de hombría.
“Gabriel García Márquez”. 7 voces, junio de 1971.
Una lealtad a prueba de todo, menos de engaños…
No hay nada comparable a la lealtad de una mujer a condición de que se establezcan las reglas del juego desde el principio, y que uno las cumpla sin engaños de ninguna clase. Lo único que esa lealtad no puede soportar es la mínima violación de las reglas establecidas.
El olor de la guayaba, 1982
Una vida sin mujeres es imposible de entender
No podría entender mi vida, tal como es, sin la importancia que han tenido en ella las mujeres. Fui criado por una abuela y numerosas tías que se intercambiaban en sus atenciones para conmigo, y por mujeres del servicio que me daban instantes de gran felicidad durante mi infancia porque tenían, si no menos prejuicios, al menos prejuicios distintos a los de las mujeres de la familia. La que me enseñó a leer era una maestra muy bella, muy graciosa, muy inteligente, que me inculcó el gusto de ir a la escuela solo por verla. En todo momento de mi vida hay una mujer que me lleva de la mano en las tinieblas de una realidad que las mujeres conocen mejor que los hombres, y en las cuales se orientan mejor con menos luces. Esto ha terminado por convertirse en un sentimiento que es casi una superstición: siento que nada malo me puede suceder cuando estoy entre mujeres. Me producen un sentimiento de seguridad sin el cual no hubiera podido hacer ninguna de las cosas buenas que he hecho en la vida. Sobre todo, creo que No hubiera podido escribir. El olor de la guayaba, 1982.

Matilde Hidalgo, primera mujer que voto en una elección nacional en América Latina