Betina Hernández , coordinadora de la Defensorīa de Personas con Discapacidad del Conadeh
- La situación económica de las mujeres con discapacidad es un aspecto crítico que influye significativamente en su calidad de vida y su vulnerabilidad a la violencia
La falta de un empleo remunerado que afecta al 88% de las mujeres con discapacidad refuerza el ciclo de exclusión y de violencia contra este sector vulnerable de la sociedad hondureña, señaló el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH).
Un estudio realizado, recientemente, por la Asociación Hondureña de Lesionados Medulares y Similares (AHLMIS) y la Unidad de Desarrollo Integral de la Mujer y la Familia (UDIMUF) reveló que solo el 12% de las mujeres con discapacidad tienen ingresos económicos derivados de un trabajo remunerado.
La situación económica de las mujeres con discapacidad es un aspecto crítico que influye significativamente en su calidad de vida y su vulnerabilidad a la violencia, según el informe.
Añade que el 88% restante no tiene ingresos propios, lo que implica que su trabajo, aunque esencial, no es remunerado.
Estas mujeres suelen desempeñar labores de cuidado, tareas domésticas y otras responsabilidades no visibles ni reconocidas económicamente.
La falta de remuneración por estas actividades contribuye a su dependencia económica, reforzando un ciclo de exclusión y vulnerabilidad, señala.
El informe también enfatiza que el 91% de las mujeres con discapacidad han sido víctimas de violencia de género en más de un momento de su vida.
Betina Hernández, coordinadora de la Defensoría de Personas con Discapacidad del CONADEH, fue contundente al señalar que las mujeres con discapacidad no presentan denuncias porque la mayoría tienen dificultades de desplazamiento y porque los agresores muchas veces son miembros de la familia o sus cuidadores.
Indicó que desde el momento que no se presenta una denuncia hay impunidad y si la queja se presenta no pasa nada ya que muchas veces las mujeres se ven obligadas a retirar la denuncia porque la persona agresora es quien la sostiene.
Están en un estado de indefensión muchísimo más grande que el de una mujer que no tiene discapacidad, expresó.
Agregó que la situación se agrava según sea el tipo de discapacidad que tengan las mujeres afectadas por la violencia.
El estudio determino que el 71% de las mujeres consultadas tienen un solo tipo de discapacidad mientras que, el 29% restante tienen una discapacidad múltiple.
Entre las mujeres, adolescentes y niñas que tiene un solo tipo de discapacidad, el 38% tiene una discapacidad física, lo que hace que enfrenten limitantes de movilidad y la dificultad para acceso a infraestructura.
Otro 29% presentó alguna discapacidad intelectual lo que, en muchos casos, afecta la capacidad de comprensión, toma de decisiones y de comunicación.
En un tercer lugar esta la discapacidad visual que afecta al 4%, limitación que impacta su movilidad y autonomía, creando una dependencia hacia otras personas para realizar actividades cotidianas y exponiéndolas a mayores riesgos de abuso.
El CONADEH junto a otras organizaciones de la sociedad civil e instancias del gobierno esperan que el Congreso Nacional apruebe la nueva Ley que fue presentada en ese poder del Estado hace más de un año.