Existen muchas herramientas de autoayuda en la actualidad, y casi todas funcionan bien en el corto plazo, sin embargo, no todas son afines para muchas personas que han sido escépticas a navegar en su interior.
Desde mi experiencia, como educador emocional, acompañando a muchas personas en sus procesos de sanación y crecimiento personal, he verificado que el primer paso para mejorar es aceptar que la vida es como una moneda.
Toda moneda tiene dos caras, y en este caso, para comprender la analogía de la vida como una moneda, le propongo la imagine como que en un lado de la moneda está lo que llamamos CIRCUNSTANCIA, que también podemos llamar, asunto, evento, reto, oportunidad o si vamos al enfoque negativo, le podemos llamar “problema “.
Del otro lado, la moneda tiene lo que llamaremos MI RESPUESTA a la circunstancia, o sea, en un lado está lo que pasa y del otro lado está mi respuesta a lo que pasa. No hay más en esta vida, ya que cualquier hecho será siempre una circunstancia y del otro lado cualquier cosa que pase siempre será mi respuesta a los hechos.
Lo que normalmente pasa es que queremos cambiar los hechos, o sea, la circunstancia y eso no se puede ni se podrá nunca. Lo único que podemos es cambiar la respuesta que damos a la circunstancia que aconteció, pues toda circunstancia es pasado o futuro. Pasado cuando nos referimos a algo que aconteció o futuro cuando nuestra mente la enfocamos en algo que esperamos que suceda, pero todavía no ha pasado.
Así que, antes de practicar cualquier ejercicio o utilizar alguna herramienta de autoayuda, pretendiendo resolver algo o mejorar, debemos incorporar la creencia antes mencionada en el sentido de que SOLO PUEDO CAMBIAR MI RESPUESTA, NO LA CIRCUNSTANCIA.
Insistir en cambiar la circunstancia solamente producirá resistencia interna, con un gran desgaste emocional que luego nos pasará factura en manera de sentimientos de culpa, agotamiento o algo similar, lo cual terminará agravando la situación, al verificar que no pudimos cambiar la circunstancia.
De ahora en adelante, cada vez que sintamos un malestar como producto de una circunstancia, apretemos el botón de encendido y digamos internamente o verbalmente, “SOLO PUEDO CAMBIAR MI RESPUESTA, NO LA CIRCUNSTANCIA”.
Poco a poco, al ir repitiendo la frase anterior, vamos a poder integrarla y se convertirá en una nueva creencia que será nuestra nueva respuesta ante la mayoría de circunstancias que ocurran, pues habremos entendido que en la vida no se puede cambiar lo que pasa sino solo mi respuesta ante lo que pasa.
Cabe destacar, que siempre habrá necesidad de abordar de manera más puntual y profunda algunas respuestas que así lo requieran, pero en una buena parte de lo que acontezca en un día común y corriente, repetir “SOLO PUEDO CAMBIAR MI RESPUESTA, NO LA CIRCUNSTANCIA”, será de mucha ayuda.
Con lo anterior, vamos a estimular nuevas creencias relacionadas con la nueva filosofía de vida que conviene desarrollar, en el sentido de convencernos a nosotros mismos que SOMOS LOS ÚNICOS RESPONSABLES DE NUESTRA RESPUESTA ante las circunstancias, a pesar de no poder cambiar lo que pasa, SI PODEMOS CAMBIAR SIEMPRE NUESTRA RESPUESTA.
Quienes tengan a bien hacer una consulta o sugerencia, pueden escribirme al correo evallecillo193@gmail.com o al WhatsApp 504-93355265, que con mucho gusto les responderé. Gracias. Bendición Eterna.