Gobiernos de Estados Unidos y Europa piden a legisladores evitar de cualquier “acción o expresión desestabilizadoras y contrarias a la Constitución” mientras que Luis Redondo hace un llamado para el lunes 13 a la convocatoria con los jefes de bancadas

Por Dunia Orellana y Dennis Arita

Contribuyeron a este reportaje Amelian Zerón y Kevin Contreras

Tegucigalpa, Honduras. Llegaron vestidos de blanco como los que apoyaron el golpe de Estado en 2009. Los primeros que acudieron vestidos con camisas blancas fueron las y los diputados del Partido Salvador de Honduras y se les unieron los del Partido Nacional. El color que escogieron recuerda el de la ropa que llevaron los integrantes de las marchas convocadas en 2009 por Roberto Micheletti, quien se convertiría en presidente de facto tras el golpe de Estado que derrocó al entonces presidente de Honduras Manuel “Mel” Zelaya.

«Nos tienen miedo porque no tenemos miedo», exclamaron algunos manifestantes en los bajos del Congreso Nacional. Fue la canción que se convirtió en himno para el Frente Nacional de Resistencia contra el Golpe de Estado. Ese movimiento social se convirtió en el Partido Libertad y Refundación (Libre).

La música y la agitación del ambiente nos remontaron a lo vivido hace más de 13 años en las calles de Tegucigalpa, donde se reportaron enfrentamientos entre portadores de camisas blancas a favor de Micheletti y de rojinegras en defensa de los Zelaya, quienes resistieron más de 12 años hasta llegar al poder de la mano de Xiomara Castro.

El golpe de Estado parecía un capítulo olvidado de la historia reciente de Honduras. Sin embargo, hoy sigue más vivo que nunca ante un llamado fallido del jefe de bancada del Partido Nacional, Tomás Zambrano, a las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional para recibir a una comitiva de su partido. Una fuente de Casa Presidencial dijo a Reportar sin Miedo que las palabras de Zambrano son una «amenaza clara y una incitación, lo que ellos acostumbran».

Como hace más de una década resistiendo y ahora en el poder, Juan Barahona convocó a sus bases, que no paraban de gritar consignas contra cualquier diputado contrario a Libre.

A los del PSH les gritaban «mapaches» y «traidores» por romper la alianza con el partido de Xiomara Castro que los llevó al poder en las pasadas elecciones del 2021. Este partido colocó en sus curules una camisa blanca que decía: «si perdemos la Corte, perdemos el país» y en las redes sociales hicieron memes de diputados nacionalistas con camisas blancas, pero con este lema: «si pierdo la Corte, pierdo mi libertad».

La diputada Ligia Ramos, del PSH, muy segura de sí misma, le dijo a Reportar sin Miedo que su partido no tenía negociaciones con ninguna fuerza política.

En un discurso aplaudido por una parte de la sociedad civil y algunos empresarios, Fátima Mena, diputada del PSH, denunció que el Partido Libre y el Nacional llevaban de propuesta a magistrados ligados a Juan Orlando y Tony Hernández, ambos presos en Estados Unidos por delitos de narcotráfico. El primero está esperando defenderse en un juicio en septiembre próximo en Nueva York. El segundo fue condenado a cadena perpetua en el año 2021.

Mena se refería a Luis Fernando Padilla Castellanos, abogado de la firma legal Antúnez & Asociados, contratada por Juan Orlando Hernández durante su proceso de extradición, según publicó Criterio.hn en una reciente investigación periodística.

Padilla Castellanos también ha defendido a otros líderes del Partido Nacional, como el actual jefe de bancada, Tomás Zambrano, diputado que ha pronunciado, junto con su partido, discursos de odio contra los derechos de las mujeres y la población LGBTIQ+.

«Tomás Zambrano no quiere elegir la Corte porque sabe que va ir preso», dijo un seguidor de Libre en el canal del Congreso Nacional cuando se le preguntó por la elección.

«Ya se terminó, ya nos cansamos del Partido Nacional. Queremos una Corte que esté a favor del pueblo, ya nos cansamos de siete años de sufrir marginación, ya estamos cansados de tanta injusticia que ha sufrido el pueblo hondureño. Si la Corte hubiese estado a favor del pueblo, Juan Orlando hace mucho tiempo hubiera estado preso en Estados Unidos», dijo Angie Osorto, seguidora de Libre que llegó a los bajos del Congreso Nacional a manifestarse. 

Para quienes simpatizan con Libre es simple: si su partido pasó de aspirar a controlar el máximo poder judicial del país con ocho magistrados a seis, es un claro ejemplo de que desean negociar, pero no lo ven así otros seguidores del nacionalismo, Partido Liberal y PSH.

«Es totalmente falso que Libre quiere el control de la CSJ y eso lo hemos demostrado con hechos. Lo que realmente queremos controlar con la elección de la nueva Corte, es la venta del territorio nacional, reelecciones ilegales, la corrupción», dijo Ramón Barrios.

Para Gabriela Blen, de la Articulación Ciudadana, el orden constitucional fue roto el 12/12/12, cuando el Congreso Nacional destituyó a cuatro magistrados de la Corte Suprema de Justicia por oponerse al proyecto continuista del narcopartido. «Luego de eso, la Constitución ha sido violentada para reelegir al señor (Juan Orlando Hernández) que está siendo enjuiciado en Nueva York por narcotráfico».

Cuando Xiomara Castro ganó, su partido, Libre, logró 50 diputados. El Partido Nacional, sobre el que el expresidente Hernández aún tiene influencia, ganó 43 diputados.

Violencia, empujones y provocaciones

En medio de los rumores de un nuevo golpe de Estado, los diputados volvieron a reunirse hoy en el Congreso Nacional tras el fallido intento de ayer para escoger a la nueva Corte Suprema de Justicia de Honduras.

Para no faltar a la costumbre, la reunión de hoy culminó como la de anoche. Las bancadas no llegaron a un acuerdo. En medio de disputas, insultos y amenazas de golpizas, los diputados faltaron de nuevo a su deber y cerraron la noche sin haber escogido a los nuevos magistrados y magistradas de la CSJ.      

La situación amenazó con salirse de control cuando el diputado del Partido Nacional Jack Uriarte empujó a Bartolo Fuentes, de Libre. El comienzo de riña sucedió cuando el nacionalista tiró una camiseta blanca encima de Fuentes mientras los congresistas de Libertad y Refundación cantaban, silbaban y levantaban los puños.

Los diputados de los partidos tradicionales llevaron camisetas blancas al CN en una actitud que recuerda a la de las personas que marcharon en 2009 para apoyar el golpe de Estado de ese año.  

Bartolo Fuentes tiró manotadas para sacudirse la camisa blanca. Uriarte le dio empujones y trató de impedir que se la quitara.

El comienzo de la pelea enfureció a los miembros de ambos partidos, quienes se pusieron a gritar en medio del hemiciclo con actitud retadora. El presidente del CN, Luis Redondo, tuvo que intervenir para exigir que volviera el orden a la sala.

«¡Queremos una corte a la medida del pueblo hondureño!  Si hay consenso en 12 nominados, elegiremos a 12 magistrados hoy, para brindar paz y tranquilidad a la población hondureña», dijo el Partido Nacional. Por su parte, la diputada Johana Bermúdez dijo: «Hoy evidenciamos la incapacidad, mediocridad y falta de consensos de Libre».

El lunes 13 será la cita para finalizar esta espera

Luis Redondo fue enfático que el próximo lunes 13 de febrero a las 11:00 pm, los jefes de bancada tendrán que presentarse al Congreso Nacional. «En esta reunión, definiremos y anunciaremos la hora y el día de elección de la Corte Suprema de Justicia», anunció el titular del Poder Legislativo.

Ante lo sucedido esta noche en el legislativo, Gabriela Castellanos escribió: «No ha fracasado la elección de la Corte Suprema de Justicia, ha fracasado la democracia». La directora del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) denunció también que el «Congreso del pueblo» de Luis Redondo no permitió que su equipo de trabajo realizara una veeduría del proceso en las instalaciones del Poder Legislativo.

En la tarde del sábado, las embajadas de Alemania, Canadá, España, Estados Unidos, Francia, Países Bajos, Reino Unido, Rumanía, así como la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos, el sistema de Naciones Unidas y la Unión Europea en Honduras reiteraron la necesidad de un proceso de elección de la Corte Suprema de Justicia «democrático, transparente y respetuoso» con el Estado de derecho.

«Hacemos un llamado a todos los partidos políticos para que dialoguen, eviten un lenguaje polarizador y alcancen un acuerdo dentro del marco constitucional. Apelamos a todos los actores a abstenerse de cualquier acción o expresión desestabilizadoras y contrarias a la Constitución», señala el comunicado conjunto.

También la Conferencia Episcopal de Honduras pidió paz y concordia entre las fuerzas políticas representadas en el Congreso Nacional.

«Las voces que amenazan con una ruptura del orden constitucional, cuando no se ha agotado el procedimiento que la misma ley establece, pueden propiciar un ambiente en el que no es el imperio de la ley el que prevalezca, sino el de la fuerza», señala el comunicado.

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