Es “inaceptable” que el país norteamericano pretenda dirigir la política hondureña, dijo Xiomara CastroLas reacciones no tardaron en “llover” desde el oficialismo y la oposición

Por Daniel Fonseca y Dunia Orellana / Reportar Sin Miedo

Ilustración de Daniel Fonseca

Tegucigalpa, Honduras. La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, ha dado un paso contundente —y cuestionado— en la política exterior del país al ordenar este miércoles a su canciller, Eduardo Enrique Reina, denunciar el tratado de extradición vigente con Estados Unidos.

Castro fundamentó su decisión en lo que considera una intolerable injerencia de Estados Unidos en los asuntos internos de Honduras, expresando que es “inaceptable” que el país norteamericano pretenda dirigir la política hondureña.

En un mensaje difundido a través de la red social X, la mandataria subrayó: «Con fundamento en nuestra Constitución y en los tratados internacionales, he ordenado al canciller Enrique Reina denunciar el tratado de extradición con los Estados Unidos».

Esta decisión ha generado un fuerte debate tanto a nivel nacional como internacional, dada la importancia del tratado en la lucha contra el narcotráfico en Honduras.

Reina respondió a esta orden con un comunicado en el que anuncia que el Estado de Honduras da por terminado el tratado de extradición entre ambos países.

Esta decisión se da luego de otro encontronazo entre la embajadora estadounidense Laura Dogu y el gobierno de Castro.

En el pasado, Dogu ha comentado en múltiples ocasiones las políticas y decisiones del gobierno de Castro, lo que ha provocado reacciones desde la Cancillería.

La embajadora expresó su “sorpresa y decepción” al ver a José Manuel Zelaya —ministro de Defensa y sobrino de Xiomara Castro— y al general de División Roosevelt Leonel Hernández Aguilar —jefe del Estado Mayor Conjunto— reunidos con Vladimir Padrino López, ministro de Defensa de Venezuela.

Padrino está sancionado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos desde 2018, acusado de narcotráfico y crímenes de lesa humanidad. 

Dogu calificó la reunión como sorprendente y decepcionante, dado que, según ella, ocurre en un contexto en el que la presidenta Castro se ha mostrado como una figura comprometida en la lucha contra los narcotraficantes.

En respuesta, Castro criticó lo que considera una agresión y desconocimiento de los principios del derecho internacional por parte de Estados Unidos.

La presidenta hondureña afirmó que «la injerencia y el intervencionismo de los Estados Unidos, así como su intención de dirigir la política de Honduras a través de su Embajada y otros representantes, es intolerable». 

Por otra parte, en medio de la violencia política que se observa en la red tras las declaraciones de Castro, se mostraron memes contra la presidenta haciendo un llamado a un golpe de Estado. 

Los ataques contra la presidenta Castro se suman a los mensajes misóginos que en las últimas horas han aparecido en las redes sociales contra la embajadora Laura Dogu.

Entre las publicaciones con tinte misógino se hallan las del asesor presidencial Milton Benitéz, apodado el Perro Amarillo. En uno de sus mensajes en X, Benitez llamó “señora Dogui” a la embajadora, haciendo un juego de palabras con su apellido.

La frase “señora Dogui” utilizada por Benitez tiene una fuerte connotación misógina, ya que se refiere a una marca de comida para perros muy conocida en Honduras.

Además, Benitez acusó a la funcionaria estadounidense de alimentar el odio y de tener un discurso que carece “de toda ética y seriedad”.

En enero de 2024, Reportar Sin Miedo preguntó a la embajadora Dogu sobre las críticas de funcionarios del gobierno de Castro.

“No voy a gastar energía en las cosas que no puedo controlar como este ruido en las redes sociales, este ruido no es tan importante para mí”, señaló en ese entonces Dogu.

La funcionaria agregó en esa ocasión que trabaja desde su perfil en representación de los intereses del Gobierno de su país y para ayudar a los hondureños.

¿Se acabarán las extradiciones en Honduras?

En los últimos diez años, la Corte Suprema de Justicia ha recibido 63 procesos de extradición de ciudadanos hondureños, en su mayoría a Estados Unidos, principalmente por cargos relacionados con el narcotráfico. El caso más emblemático fue el del expresidente Juan Orlando Hernández, extraditado en abril de 2022 por cargos de corrupción. 

Con la decisión de la presidenta Castro, diversos sectores especularon sobre una posible solicitud contra funcionarios cercanos a su gobierno. Sin embargo, la Cancillería desmintió haber recibido solicitudes de extradición nuevas.

Esto surge luego de que el secretario del Congreso Nacional, Carlos Zelaya —cuñado de Xiomara Castro— fuera mencionado en el juicio por narcotráfico contra Hernández por haber recibido sobornos del narcotraficante Devis Rivera.

Figuras políticas reaccionan a esta decisión

La orden de denunciar el tratado de extradición ha sido recibida con rechazo por varios sectores de la sociedad hondureña y la comunidad internacional.

El diputado Jorge Cálix, del Partido Liberal, acusó al gobierno de Castro de proteger a narcotraficantes con esta decisión, señalando que «sacaron las uñas» y que «la extradición sólo ha servido para que juzguen a los narcos que aquí gozan de impunidad».

Cálix sugirió que el gobierno tiene información sobre posibles extradiciones que involucran a altos funcionarios. 

En la misma línea, Juan Jiménez Mayor, exjefe de la Misión de Apoyo Contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (Maccih), cuestionó la decisión al señalar que la negativa a extraditar a nacionales podría alentar el crimen y la impunidad, calificando la medida como un gran retroceso para el país. 

Entretanto, uno de los principales críticos del gobierno de Xiomara Castro, Rashid Mejía, publicó una imagen pidiendo la extradición del “familión”. En el fondo se ve la entrada de la embajada de EE. UU. en Tegucigalpa. 

Organizaciones de la sociedad civil, como la Asociación por una Sociedad Más Justa (ASJ), también se han pronunciado en contra de la decisión de la presidenta Castro. La ASJ recordó que el tratado de extradición ha sido clave para revelar la penetración del narcotráfico en diversas estructuras del país y exhortó a la presidenta a reconsiderar su postura en favor de la seguridad nacional.

En respaldo a la presidenta Castro, la designada presidencial Doris Gutiérrez dijo, en relación al comentario de la embajadora Dogu, que «quienes sí eran narcotraficantes son un montón que estuvieron doce años aquí y que tuvieron la bendición de los Estados Unidos”.

Por su parte, la candidata presidencial del oficialismo, Rixi Moncada, insinuó en un tuit que las intenciones de la embajada estadounidense era “interrumpir las elecciones y ejecutar un nuevo golpe de estado militar” con sus comentarios.  

En el contexto internacional, recientemente México “puso en pausa” las relaciones con Estados Unidos, luego de que el presidente Manuel López Obrador denunció que los comentarios del embajador estadounidense en México sobre reformas judiciales eran una “falta de respeto” a la soberanía de este país.

La decisión de la presidenta Xiomara Castro de denunciar el tratado de extradición con Estados Unidos marca un nuevo capítulo en las tensas relaciones entre ambos países, y su impacto en la política interna y externa de Honduras aún está por verse.

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