Centro de Alcance ubicado en la Rivera Hernández.
“Si no hubiese llegado al Centro de Alcance, estuviese preso, muerto o en drogas”
Por Emelly Milla
San Pedro Sula, 18 de noviembre 2022.- Muchos jóvenes que se han sentido marginados en el sector de la Rivera Hernández u otras comunidades en zonas de riesgo, han acudido a algún centro de alcance (CDA) buscando una manera de recrearse. Lo que encuentran es mucho más que eso, les muestran el valor de su persona y les ayudan a comprender que preparándose en diferentes ámbitos pueden llegar a tener más oportunidades para crecer.
Este es el caso de Brayan Lozano, un joven tímido quien disfrutaba de las fiestas, el alcohol y las drogas. No pensaba en su futuro y las únicas ofertas que recibía eran trabajos deshonestos. A sus 19 años se interesó por asistir a un gimnasio. Por ello, acudió al CDA para obtener más información. Aquí se le abrieron las puertas para que comenzara a entrenar. Brayan tuvo la oportunidad de observar la labor que los voluntarios hacían y se acercó a la coordinadora del centro para conocer más detalles del proyecto. Dado al interés que el joven mostraba por lo que se hacía, le ofrecieron ser voluntario y desde allí comenzó a capacitarse.
“Estuve a punto de entrar en una pandilla por ‘seguridad’. Si no hubiese llegado al Centro de Alcance, estuviese preso, muerto o en drogas. Tengo amigos que están presos porque les encontraron drogas o armas y eso era lo que me esperaba a mí”.
Ahora, Brayan es reconocido en varias comunidades alrededor de la Rivera Hernández por la labor que ha desempeñado como voluntario en el CDA. Se ha capacitado en varios talleres, entre ellos fotografía. Este último le abrió la oportunidad de ser el fotógrafo de los eventos que el CDA realiza y se siente muy agradecido con las personas del Centro de Alcance por haber visto en él el potencial cuando nadie más lo hacía, por haberle cambiado la perspectiva y ayudarle con un plan de vida.
“Ahora soy una persona que puede hablar con todos, tengo más amigos y puedo ser un ejemplo en la comunidad para otros niños. Varios niños se me han acercado y me dicen que quieren ser como yo. Hay personas que me preguntan: ¿Cómo he salido de las drogas? ¿Cómo hice para dejar el alcohol y ser diferente? Eso me da una satisfacción enorme, me siento orgulloso de mí mismo”.
El albor del Centro de Alcance
El Centro de Alcance por mi Barrio Juvenil ha beneficiado alrededor de 10,000 personas desde su fundación en 2009. El CDA ubicado en la Rivera Hernández fue el primero en Honduras.
Iglesia Bautista, lugar donde se instaló inicialmente el CDA.
Este centro tuvo su apertura dentro de la Iglesia Bautista con el pastor Arnold Linares, ahora socio del CDA, quien jugó un papel fundamental para que los Centros de Alcance comenzaran en el país. Él asistió a una reunión en una maquila ubicada en Choloma para orar por jóvenes que se estaban retirando de las pandillas. En ese lugar, tres integrantes de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) se le acercaron para hablarle del proyecto. El pastor Linares los llevó a la iglesia dentro de su comunidad, en la Rivera Hernández, y estuvo de acuerdo con el proyecto, por lo que fue a San Salvador a conocer más la dinámica de los Centros, a capacitarse y regresó para instalar el Centro. “Tuvimos una matrícula increíble, más de 1,000 personas”, recuerda el pastor.
Debido a que el espacio en la iglesia era reducido y muchas personas deseaban ser parte del CDA, lograron conseguir un convenio con la municipalidad para que les brindaran un predio más accesible para las personas. La ubicación de la Iglesia Bautista está más adentro del sector, por lo que no era accesible para todos. Ahora, el CDA se encuentra frente al parque de la Rivera Hernández, donde hay una parada de buses.
Área lúdica infantil
Dentro del local hay un área lúdica equipada con juegos de mesa, futbolito y videojuegos. Hay instrumentos de música y rótulos con mensajes motivadores para las personas que asisten. Esta área es principalmente para la recreación de los niños, quienes llegan a jugar antes o después de sus clases en la escuela. Los padres suelen llevarlos cuando necesitan ir a cursar un taller o a entrenar en el gimnasio. Mientras ellos se capacitan o entrenan, los niños juegan. Debido a la inseguridad del sector, los voluntarios han tomado la decisión de hacerse cargo de recoger y dejar a los niños en sus hogares si el padre de familia no puede acompañarlos.
Laboratorio de Computación
En esta misma área lúdica, se encuentra el área de corte y confección. Dado que el espacio se ha quedado pequeño, se debe reutilizar.
También hay un laboratorio de computación en donde se capacita profesionalmente al joven con los programas de Microsoft. Aquí se les brinda reforzamiento escolar. Las máquinas también están a disposición de cualquier persona alrededor del Centro que necesite acceso a internet o a una computadora para hacer tareas de la escuela o colegio, todo de manera gratuita.
Dentro del CDA existe una liga de fútbol y un grupo de taekwondo creado con el objetivo de atraer a todos aquellos jóvenes y niños interesados en practicar algún deporte.
Mujeres capacitándose en diferentes temáticas
Además, el CDA cuenta con el programa EDUCATEH, el cual da la oportunidad a la juventud y adultos a finalizar sus estudios de secundaria y concluir el bachillerato. Este programa está avalado por la Secretaría de Educación Pública. Las clases se imparten los fines de semana dado que muchos estudiantes trabajan. Alrededor de 1,500 jóvenes se han graduado, solo en la Rivera Hernández, desde que comenzó el programa. Actualmente, hay 40 personas matriculadas.
El CDA también ofrece la oportunidad a sus beneficiarios de cursar talleres en línea mediante la plataforma “Capacítate para el empleo”. Esta plataforma ofrece diferentes cursos que ayudan a las personas a capacitarse para luego aplicar para un empleo.
Salón de clases de cursos de belleza y barbería
Hay un salón para el taller de belleza y barbería. “Los jóvenes tienen la posibilidad de aprender un taller para luego emprender”, nos dice Sara Linares, coordinadora del CDA en la Rivera Hernández.
Otros de los talleres que tienen disponibles son: electricidad, soldadura, refrigeración, carpintería, inglés, computación, entre otros. Los equipos y las herramientas en el Centro son donadas por diferentes instituciones. Las computadoras fueron donadas por el gobierno del 2014-2018, el edificio y las máquinas en el gimnasio fueron donadas por USAID. Cuentan con una cocina para el taller de repostería en donde el equipo fue donado por Lady Lee.
Al no tener un donante fijo, USAID ayudó con la implementación de una microempresa en el CDA, que es el gimnasio. Las ganancias que se generan en el gimnasio van para los gastos de servicios, reparaciones o materiales para los beneficiarios del centro.
El gimnasio está equipado con diversas máquinas, espejos y climatizado, al igual que las demás áreas dentro del CDA. Según el socio del CDA, la microempresa genera alrededor de 10 mil a 15 mil lempiras mensuales. La microempresa es administrada y dirigida por el joven instructor Steven Aguirre, quien también fue un beneficiario del CDA.
Gimnasio del Centro de Alcance Rivera Hernández
En 2014, Steven andaba en busca de un empleo, pero no obtuvo ninguna oportunidad. En 2015, consiguió un empleo temporal, pero a mediados de ese año, le cerraron las puertas. “Tenía dos opciones, buscar la calle o buscar algo más que hacer”.
De esa manera llega al CDA para recrearse y con el tiempo llegó a ser voluntario. El pastor Linares le ofreció un empleo dentro del centro y el 2017 que se inauguró el gimnasio, él comenzó a capacitarse para ayudar con rutinas de ejercicio. También tomó otros talleres como barbería.
“Es un lugar de oportunidades. Pienso que, si a mí no se me hubieran abierto en aquel tiempo, en un lugar como este, no sé cuál hubiese sido el rumbo qué hubiera tomado”, cuenta Steven.
El gimnasio está a disposición de todas las personas que lo necesiten, si son de escasos recursos o si tienen enfermedades, como obesidad, se les da la oportunidad de utilizarlo de forma gratuita en un horario establecido. Sus objetivos principales son atraer a la juventud para que no se expongan al riesgo social y ayudar económicamente al CDA. Diariamente llegan alrededor de 65 a 70 personas y está abierto desde las 7:00 am-11:00 am y luego desde las 2:00 pm-8:00 pm.
El pastor Arnold Linares siempre interactúa con la niñez y juventud
El CDA se ha convertido en un benefactor para empoderar líderes. Desde su fundación, alrededor de 300 voluntarios han pasado por el centro. “Los voluntarios son el corazón de este programa, ellos son los que lo sostienen”, dijo el pastor Linares. Usualmente, los mismos beneficiarios de los Centros se capacitan para luego dar su tiempo como voluntarios en forma de agradecimiento, tratando de ayudar a niños y jóvenes que lo necesitan.
De voluntario a emprendedor
Mario Josué es una historia de éxito de los CDA´s
Mario Josué Santos llegó al CDA como voluntario para enseñar carpintería. Él comenzó este oficio a sus 19 años siendo autodidacta.
En el año 2021, anduvo en busca de empleo, pero no se le abrió ninguna oportunidad porque no tenía la experiencia que requerían las empresas. Esto lo llevó a tomar un rumbo diferente con su pasatiempo de carpintería y lo volvió en un emprendimiento. Su primer trabajo fue un cartel para una boda “con unas tablitas que decían hoy comienza la mejor parte de nuestra historia, y allí fue cuando me di a conocer”, recuerda Mario.
Mario Josué recibe un premio y subvención del sector privado para su emprendimiento
Estando en el CDA como voluntario, se dio cuenta de un concurso de parte de la Fundación Terra junto con la Fundación Nacional para el Desarrollo de Honduras (FUNADEH) en el que emprendedores compiten por un premio en efectivo para impulsar su emprendimiento. Él participó y ganó el premio “Emprendedor GENESIS” quedando en primer lugar. Debido a este concurso recibió 50 mil lempiras con lo que compró el equipo de trabajo para continuar con su emprendimiento bajo el nombre de ‘Maderarte’.
Mario Josué junto a Kevin Rodríguez quien también es otra historia de éxito del Centro de Alcance
Ahora, Mario se encuentra feliz porque está cargado de trabajo. Le han hecho encargos de mesas, estantes, rótulos para bodas y baby showers, entre otros trabajos. Siempre que tiene la oportunidad, sigue sirviendo como voluntario en el CDA. Si algo necesita ser reparado dentro del Centro de Alcance, él se hace cargo. De igual manera, como agradecimiento, él donó una pizarra al CDA.
Retos a superar
A pesar que el CDA ha sido ubicado estratégicamente en un nuevo lugar con mayor espacio, ya se han quedado cortos para todos los beneficios que ofrecen a la comunidad. En total cuentan con alrededor de 5 salones los cuales están divididos en 2 o más sectores para impartir los distintos talleres y clases. Esto no ha detenido el trabajo que se realiza en el Centro, pero ha reducido las oportunidades que se les brinda a los jóvenes que quieren graduarse o capacitarse en un taller.
“Ahorita nosotros esperamos y le pedimos a Dios que haya personas de buen corazón que quieran invertir en proyectos como estos, que quieran donar y que sepan qué se hace y cómo trabajamos para generar oportunidades a los niños, jóvenes y adultos”, expresó la coordinadora del CDA.
Sara Linares, coordinadora del CDA Rivera Hernández
Por otro lado, el socio del CDA mencionó que otro de los retos es el auto sostenimiento. El presupuesto que tienen los Centros de Alcance es mínimo, en comparación a lo que ofrecen y a las personas beneficiadas. De igual forma el mantenimiento y el pago a los coordinadores es una necesidad que no siempre es solventada completamente. “Estamos buscando un presupuesto con el gobierno para que ellos nos den recursos para continuar haciendo este trabajo”, dijo el pastor Linares.
Un lugar destinado para capacitarte
El CDA está rodeado de alrededor de 100 barrios y colonias en donde muchos jóvenes y niños son blanco fácil para las pandillas. Las actividades como “Calles Felices” practicando y promoviendo los Juegos Tradicionales, están creadas para socializar lo que se hace dentro del centro, dar a conocer a todos, que el Centro ofrece ayuda gratuita y está a disposición de los jóvenes, niños y adultos que deseen aprovechar su tiempo aprendiendo.
“Cuando las personas se capacitan, la visión crece. En nuestros sectores muchas veces las personas carecen de visión, solamente piensan trabajar para otros. Dentro del Centro de Alcance, se les capacita para trabajar para ellos mismos. La preparación trae bendición”, afirma Sara.
El CDA realiza varias actividades en las calles de las comunidades cercanas para dar a conocer su labor, como el cine comunitario. Su objetivo es atraer a jóvenes y niños y darles a conocer que hay un lugar en donde pueden recrearse y a la vez crecer mentalmente.
“En mi niñez no teníamos esto. No pude estar en un espacio donde a mí me invitaran a jugar, a un espacio seguro. Muchos de mis amigos no tuvieron la oportunidad tampoco y a raíz de eso decidieron integrarse a una mara porque se les daba más “oportunidades” en esos lugares”, mencionó Sara Linares, quien reside cerca del sector Rivera Hernández desde muy pequeña.
Dentro del centro ofrecen ayuda psicológica y consejería para los padres de familia, jóvenes y niños. Asimismo, ofrecen charlas de valores. En este mes de noviembre, tienen una actividad que se llama “16 días de activismo” que consiste en exponer temas de la violencia de género, nuevas masculinidades, migración y los derechos de la niñez.
Los centros de alcance son lugares en los que los niños y jóvenes se pueden desarrollar, conocerse, relacionarse y superarse. Los CDAs han sido ubicados estratégicamente en zonas de alto riesgo para reducir los índices de violencia y aportar oportunidades a la juventud para que amplíen su visión y sepan que la calle, o irse del país, no es la única opción que tienen.
Según testimonios, varios jóvenes han sido librados de las pandillas al acudir a un Centro de Alcance, han llegado a terminar sus estudios y prepararse en algún oficio para poder emprender y vivir de ellos. El salvavidas que ha brindado esperanza y oportunidades para la juventud, que han sido rechazados en la sociedad, se originó con el primer centro de alcance ubicado en la Rivera Hernández.
Trece años después, existen unos 64 Centros de Alcance en varios departamentos de Honduras; en Cortés (San Pedro Sula, Choloma y La Lima), Atlántida (La Ceiba y Tela), Francisco Morazán (Tegucigalpa y Comayagüela), Gracias a Dios (Puerto Lempira).
En la ultima década los Centros de Alcance han sido administrados por el Proyecto GENESIS, Generando Emprendedores y Sinergias Sostenibles a través de una alianza entre la Fundación Nacional para el Desarrollo de Honduras, FUNADEH y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, USAID.
Recientemente se formó la Asociación Alcance para la consolidación de los CDAJ, siempre a través de alianzas multisectoriales con los sectores públicos y privados, con el empoderamiento comunitario.
Galería de fotos:
Programa EDUCATEH beneficia a más de cinco mil jóvenes y adultos
Taller de barbería en el Centro de Alcance
La prevención de las múltiples violencia es la esencia del CDA
Visita de la embajadora de Estados Unidos Laura Dogu al CDA, le acompañan el Alcalde Roberto Contreras, Jesús Núñez de USAID, el Pastor Linares y el senador Republicano Lou Correa
Asociación Alcance integrada por varios socios de los Centros de Alcance en diferentes ciudades.
Fundación Napoleón Larach patrocina el programa EDUCATEH
La embajadora de Estados Unidos Laura Dogu con la niñez beneficiaria
Cursos de belleza durante actividades comunitarias
Cuadro de danzas entre los JuvenClub de los CDAs
Maratón realizada entre varias instituciones y organizaciones, donde el CDA tiene liderazgo.
Niños, Jóvenes y adultos de todas las edades participan
Jóvenes de la Rivera Hernández participan en las actividades de promoción de una cultura por la paz