Radio Progreso

El Tribunal de Sentencia en materia de corrupción encontró culpables del delito de Fraude Agravado al exdirector de Inversión Estratégica de Honduras, Marcos Bográn, y a Alex Moraes por el delito de Violación a los Deberes de los Funcionarios, Agravada Continuada por la compra de Hospitales Móviles. Alex Moraes, fue absuelto del delito de fraude Agravado.

El caso de los hospitales móviles solamente fue la punta del iceberg de la corrupción surgida durante la pandemia covid-19, y que sigue con repercusiones negativas para la población hondureña, dice la diputada Ligia Ramos.

“Fue algo tan evidente, tan descarado, y el impacto fue muy grande en la salud del pueblo hondureño, principalmente porque fue en el marco de la pandemia del coronavirus”

Ligia Ramos

Cualquiera creería que con el cambio de gobierno a partir de enero del presente año, todo lo que estaba ligado al Partido Nacional había desaparecido del control del Estado. Sobre todo, las estructuras que durante la pandemia se dedicaron a propiciar el descalabro financiero de los fondos públicos.

La doctora Ligia Ramos opina que las estructuras siguen vigentes. “La correlación de fuerzas es todavía muy compleja para hacer cambios en sustancia. Nosotros estamos trabajando mucho en lo que nos compete en el Poder Legislativo, de regresar el Estado de derecho, fortalecer las instituciones”, dice.

Ligia Ramos resalta que el mismo activismo político es manipulado por negocios millonarios en las instituciones. Esa es una realidad que debe tenerse presente, porque históricamente hemos llegado al extremo que las organizaciones como los sindicatos han sido cooptados por la corrupción.

Las estructuras corruptas que han estado dentro de salud pública continúan. Por ejemplo, lo ocurrido a la exdirectora ejecutiva del Instituto Hondureño de Seguridad Social, IHSS, doctora Adriana Zúniga, quien se topó con una barrera fuerte del grupo corrupto que ha tenido el control de esa institución.

“Yo no esperé que el Ejecutivo la dejara sola. Le dieron muy poco tiempo. Esa destitución tiene que ver con las estructuras corruptas que han manejado negocios inmensos, y lo mismo pasa a lo interno de la Secretaría de Salud. Cosa que no va a ser fácil quitarlos, tiene que haber demasiada firmeza y apoyo de la población y del poder Ejecutivo para terminar con ese tipo de situaciones que propician actos de corrupción”, acota.

Perdedores y ganadores

Para el sociólogo del Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación, ERIC-SJ, Elvin Hernández, con la corrupción en la pandemia y específicamente con el caso de los hospitales móviles la población hondureña ha sido la mayor perdedora, porque miles de personas murieron por falta de cupos y de medicamentos en los hospitales.

También perdió el Estado como administrador público, porque incrementó la desconfianza en los funcionarios y las instituciones. Y ganó un reducido grupo de gente; es decir las pequeñas mafias que estaban alrededor de Juan Orlando Hernández, que convirtieron al Estado hondureño en un negocio exitoso para sus intereses.

La compra de los hospitales es solamente uno de los tantos negocios que realizó el Partido Nacional y Juan Orlando Hernández durante los 12 años que estuvieron en el poder. Es decir, solo refleja el altísimo pacto de impunidad con que actuaban estas personas, porque estaban convencidos que no les iba a pasar nada.

“Marco Bográn debería ser el primer eslabón para que el Ministerio Público siga haciendo justicia, porque en ese negocio él no actuó solo”.

Elvin Hernández, sociologo.

Justicia y retos

Para Hernández, el caso de los hospitales móviles es importante porque vamos a un escenario que abre el “juicio político”, para el Fiscal General y el Presidente de la Corte Suprema de Justicia, por no cumplir con los deberes que corresponden al cargo. Y refleja un elemento más de la inoperancia y complicidad de estos funcionarios en guardar silencio frente a la corrupción.

En ese sentido, Elvin Hernández, dice que el actual gobierno tiene muchos retos en materia de corrupción. Primero en saber no mezclar el chamberismo, porque si no se pone la gente adecuada en los cargos adecuados se facilita la corrupción, lo que podría haber son funcionarios mediocres que faciliten la corrupción.

Otro desafío es romper con la cultura de las licitaciones amañadas, toca transparentarlas, hacerlas públicas y que haya participación de distintos sectores. Que se termine con la cultura de la secretividad y de las emergencias. Otro desafío tiene que ver con las influencias de los grupos de poder y contrarrestar los mecanismos de corrupción que han mantenido.

Hernández concluye diciendo que, hay una gran oportunidad en este momento con la instalación de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Honduras, CICIH, eso puede ayudar mucho a crear como un circuito que transparente este tipo de compras.

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