Los crímenes contra mujeres permanecen en la impunidad.

LUISA AGÜERO

Desde SAN PEDRO SULA

La violencia tiene rostro femenino en Honduras y en el departamento de Cortés, pero sobre todo en el municipio de Choloma, rebasa el límite de la tolerancia, ante el crimen, en lo que va de este año, de 20 mujeres y las cifras parece que no reflejan una tendencia a la baja.

María Luisa Regalado, directora de la Colectiva de Mujeres Hondureñas (CODEMUH) considera que “la situación de muerte violenta de féminas en nuestro país es un fenómeno de tipo nacional pero el departamento de Cortés es el más vulnerable  para nosotros, ser mujer aquí es un riesgo y especialmente en Choloma, que se ha vuelto una ciudad muy peligrosa”.


A organizaciones feministas le preocupa la falta de respuesta del Estado.

Y la reconocida dirigente tiene motivos de sobra para estar preocupada.  El hallazgo de dos cuerpos de mujeres “desmembrados”, en ese municipio, estremeció a pobladores de la zona que, en las últimas semanas, mostró  un repunte de hechos violentos.

Las mujeres eran trabajadoras de la maquila que desde hacía tres días habían sido reportadas como desaparecidas. El caso se volvió emblemático y obligó a las autoridades a dar respuestas en el caso, y en 48 horas detuvieron a dos de los supuestos asesinos, miembros de Mara MS 13.

“Ser mujer y morir en esas circunstancias debe ser difícil sobre todo por el estigma, ya hasta las propias autoridades insinúan por bajo, en algo andaba, era mujer de marero o prostituta y uno no se puede defender”, dijo una vecina  que reside en una colonia cercana  hace dos décadas.

Ante ese panorama devastador las autoridades intervinieron  la zona para controlar la operación de 10 estructuras criminales que aún mantienen contra la pared a los habitantes. “Vamos a devolverle la tranquilidad a la gente”, dijo el subcomisionado Marlon Miranda, portavoz de la Policía en la Zona Norte.

Las cifras resultan preocupantes y frenan, según algunos vecinos que prefieren mantener su nombre en la privacidad, las buenas intenciones de la policía a quien el control de la delincuencia se le ha salido de las manos.

Hasta agosto de este año, se reportaron 20 mujeres asesinadas sólo en Choloma. Además, reportes oficiales dan cuenta que en el Valle de Sula ocurrieron 450 muertes violentas de las cuales el 30 por ciento corresponde al mencionado Municipio, es decir, unos 142 homicidios.


El subcomisionado Marlon Miranda, portavoz policial en la Zona Norte, señala que las autoridades trabajan de manera intensa para devolverle la tranquilidad a la población.

La impunidad

Para la directora de la CODEMUH,  la impunidad sigue siendo muy elevada en nuestro país y según la auditoría social que esa organización realizó,  el 96 por ciento de los casos están en la impunidad. “Es un  nivel de impunidad tan elevado que  provoca  que haya mayores crímenes contra féminas.  Pareciera que a las autoridades y  especialmente al Poder Ejecutivo que concentra todas las decisiones políticas en este país no le interesara porque no está teniendo ninguna política pública para prevenir la muerte de mujeres y tampoco están investigando,  ni judicializando los casos que ya se han dado en este sentido”, manifestó, al señalar que le piden cuentan a las autoridades porque no hay resultados y  destinan millonarias cifras para fortalecer una seguridad que no existe.

Desde su perspectiva, hay un mal manejo de estadísticas que realiza el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV- UNAH), en torno a la muerte de féminas y  los datos no son acertados.  “Brindan cifras muy bajas, que no se acercan a la realidad”, puntualizó.

De hecho, afirma, en Honduras han muerto más de 300 féminas de manera violenta, no obstante, el Observatorio de la Violencia se muestra conservador al momento de revelar estos números.   Las víctimas son mujeres de entre 15 y 34 años, sin embargo 20.2% de los femicidios ocurrieron en niñas y adolescentes.

El principal instrumento de las muertes violentas de mujeres es el arma de fuego. En menor porcentaje se encuentra el arma blanca, seguida de la estrangulación.  Según el móvil del crimen, gran parte de los hechos son resultado de violencia doméstica e intrafamiliar.  El OV-UNAH revela que en los últimos años más de 4,700 mujeres fueron asesinadas en Honduras.

Del otro lado

Para la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en nuestro país cada 17 horas pierde la vida una mujer de manera violenta. Además, el informe establece que el 70% de esos decesos se realizan con arma de fuego y que el 75% de los agresores eran esposos, novios, ex parejas o personas conocidas. Pero lo más grave es que el 95% de esas muertes están impunes.  Las organizaciones de mujeres denuncian que se encuentran muy preocupadas por los feminicidios con saña en contra de las víctimas y se declararon en alerta roja.

Organizaciones nacionales además denuncian que cada 30 minutos una mujer es ultrajada sexualmente y se reportan más de 20 mil denuncias por violencia doméstica.

Como medidas para agilizar los procesos de investigación y frenar la alta impunidad, hace un año, el Congreso Nacional aprobó en el Presupuesto General de la República, una partida de cinco millones de lempiras, de los 30 que se solicitaron para la creación de la Unidad de Investigación de Muertes Violentas de Mujeres, que funciona adscrita a la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC). Hasta ahora, los cambios no han sido significativos.

Cruda realidad

La violencia en nuestro país tiene un rostro femenino surcado por el dolor.  Aquí, los esfuerzos para revertir ese fenómeno, aún son endebles.  La escena de mujeres golpeadas, mutiladas o asesinadas por sus maridos se repite a diario en Honduras. En el caso de damas golpeadas por sus compañeros, el 15 y 30 de cada mes eso resulta más frecuente.



Cada 17 horas una mujer pierde la vida de manera violenta en nuestro país.

De acuerdo a un miembro de la policía nacional, los días en los que los empleados reciben su salario, se elevan los casos de violencia doméstica. “En la mayoría de los casos hay abuso de bebidas alcohólicas que alteran el comportamiento de las personas”, dijo la fuente.

Cifras oficiales indican que los fines de semana, principalmente entre la noche del sábado y madrugada del domingo, aumentan las denuncias de comportamiento violento de hombres contra mujeres.

Los casos de maltrato físico y psicológico se registran con más frecuencia entre mujeres dependientes económicamente de su pareja, destacan las autoridades.  Solo durante el mes de enero, más de 400 denuncias de violencia doméstica se ventilaron en los tribunales de justicia de la capital de Honduras, donde se atienden a diario entre 10 y 20 quejas de esa naturaleza.

En la mayoría de hechos se requiere al agresor y se le impone la sanción correspondiente. Un informe da cuenta que hacen falta centros de refugio para las víctimas y que la violencia que se da en nuestro país comienza muchas veces en el hogar por lo cual debe ser combatida.

Las víctimas, sean mujeres y hombres, reciben consejería para superar su problema. De acuerdo al Ministerio Público de Honduras, de las 11,000 denuncias por violencia doméstica recibidas en los últimos cinco años, el 50 por ciento fueron declaradas en abandono por las víctimas. 

Los fiscales, de acuerdo a varias publicaciones, argumentan que el abandono de casos podría deberse a amenazas que recibirían las víctimas, por parte de los agresores, pese a que en casi seis mil de las resoluciones judiciales incluyeron una restricción para que el agresor permanezca alejado de la víctima. Otras, no corrieron con la misma suerte.

Violencia extrema, justicia tardía

El nuestro, es uno de los países más violentos del planeta. Las cifras de asesinatos son similares aquellas naciones que se encuentran en guerras declaradas. Pero en el caso de la violencia contra las mujeres, se produce frente a un sistema patriarcal, con valores que validan las agresiones contra las mujeres.

En un periodo de cinco años la violencia en contra de las mujeres aumentó en 256 por ciento. En su mayoría los casos están rodeados por la impunidad. Todos los cambios realizados en el aparato investigativo exponen aún más la vida de las mujeres.

En Honduras hay una violencia estructural sostenida por grupos elites que validan la violencia y no dejan que se den cambios en las relaciones de poder. Por el contrario lo que hacen es aprobar la violencia simbólica.

Aquí, el 95 por ciento de los femicidios quedan en la impunidad, según los resultados de las investigaciones que realizan las organizaciones que defienden los derechos de las mujeres.

Un claro ejemplo de lo anterior es el caso de Vanessa Zepeda Alonzo, a quien un médico del Instituto Hondureño de Seguridad Social en 2010 asesinó, sin importarle la relación sentimental que mantenían. Actualmente, el asesino de Vanessa Zepeda se encuentra en libertad.

“De cada 10 casos 9 quedan en impunidad, porque no hay voluntad política de resolver los casos. Que los jueces no están capacitados, no haya recursos no es la justificación, lo que verdaderamente pasa es que somos una sociedad que considera a las mujeres como unas ciudadanas de segunda categoría, que las ve de menos, que las descalifica y las discrimina”, destaca el  Centro de Derechos de la Mujer, CDM.

La Comisión Internacional de Juristas, lamenta que en Honduras, las organizaciones de mujeres han logrado la aprobación de un marco formal para sancionar las violencias, pero aun así la impunidad sigue existiendo. Esto se da porque no hay investigación, no se cuenta con un canal adecuado para formar una policía técnica y científica que conduzca las investigaciones en el país.

En torno a esta violencia e impunidad, las 16 organizaciones que conforman el Foro de Mujeres por la Vida afirman: “en este momento las hondureñas nos encontramos en una guerra silenciosa, sutil que coloca a nuestro país  con la tasa de homicidios más alta en el mundo.

Hombres hablan

La violencia doméstica no solo está afectando a las mujeres. En los últimos tres años, al menos 13 ciudadanos han denunciado haber sido golpeados por sus esposas, de acuerdo al Ministerio Público.

El portavoz de esa entidad confirmó que estos casos han sido elevados a la instancia judicial, donde los jueces que conocieron las acusaciones en contra de las féminas dictaron medidas sustitutivas contra las acusadas.

Actualmente, las mujeres cumplen las medidas de limpiar los parques y efectuar trabajo de tipo social en centros de salud y educativos. Las damas  comienzan a cumplir con las medidas una vez que los Juzgados emiten su resolución y las envía a la Policía Municipal, que vigila sus acciones.

En caso de que las mujeres no cumplan con sus responsabilidades, la policía envía los oficios a la Fiscalía, notificando que las personas no han pagado su sentencia y se inicia un nuevo proceso judicial por el delito de desobediencia.

La Fiscalía de la Mujer no solamente defiende a las féminas, sino que también vela por los derechos de los hombres cuando son objeto de violencia doméstica dentro de su núcleo familiar…Por ahora, hay crímenes que siguen siendo “invisibles”.

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