Texto: Jimmy Alvarado, Rodrigo Baires, Lya Cuéllar, Gerson Vichez y Denni Portillo
Video: Olga Chacón
Visualización de datos: Andrea Burgos / Cespad
El análisis de 2,897 contenidos de 400 portadas del oficialista Diario El Salvador permitió crear una base de datos y analizar cómo el Gobierno actual, que creó y maneja ese medio, utiliza sus páginas para disfrazar como periodismo narrativas que suelen ser incompletas y en ocasiones falsas, o para atacar adversarios políticos y actores críticos a la gestión gubernamental.
Es un hecho notorio que Diario El Salvador es un periódico estatal financiado con fondos públicos y alineado a los intereses del presidente Nayib Bukele, pero un análisis de 400 portadas de ese periódico permite detallar su uso como instrumento de propaganda del oficialismo. Desde que comenzó a circular, el 19 de octubre de 2020, este medio ha servido para promocionar la imagen del presidente, de su Gobierno y sus aliados, pero también como arma para atacar la reputación de ciertas personas o instituciones que el oficialismo identifica como adversarios o enemigos. A la luz de las estadísticas, el rol de este periódico como arma de desinformación gubernamental es contundente.
Una alianza de seis periodistas de diferentes medios, coordinada por el programa de formación Ciclos de Actualización para Periodistas (CAP), realizó un monitoreo de 400 portadas de ese periódico publicadas durante 14 meses, entre el 19 de octubre de 2020 y el 26 de noviembre de 2021. Con asesoría del especialista argentino en ciencias de la comunicación, Martín Becerra, se estructuró una base de datos donde fueron catalogados 2,897 contenidos de esas primeras planas, entre titulares, sumarios, fotos principales y secundarias. El instrumento permitió clasificar y analizar los elementos de las portadas a partir de los temas que predominan y la editorialización con la que son presentados los personajes de manera favorable, desfavorable -utilizando adjetivos en muchos de los casos- o indefinida, cuando no encaja en las primeras dos categorías y esencialmente consigna hechos.
Los hallazgos son contundentes a la hora de mostrar a este diario, financiado principalmente con préstamos de empresas gubernamentales de energía y publicidad estatal, como un megáfono del discurso oficial. Son tendencias claras donde predomina la propaganda: en 69 de las portadas, por ejemplo, el diario promocionó la imagen del presidente Nayib Bukele, a partir de resultados de encuestas de opinión pública favorables a su gestión o discursos en los que anunció políticas públicas opacas, de las que hay escasa o nula información pública, como el Plan de Vacunación contra la covid-19, la implementación del bitcoin o el Plan de Control Territorial, que nunca ha sido presentado por el Gobierno en público, pero que recientemente fue desvelado por Alharaca y La Prensa Gráfica como un plan cuya letra nunca se ejecutó.
Diario El Salvador ha hecho pocos esfuerzos por ocultar su carácter de órgano de propaganda. Basta ver la portada del 28 de febrero de 2021, día de las elecciones legislativas y municipales, cuando prácticamente repitió uno de los lemas de campaña del partido Nuevas Ideas, y tituló en enormes letras: “Hoy se hace historia”.
Según el Registro de Comercio, Diario El Salvador es operado a través de El Diario Nacional, una sociedad constituida el 9 de marzo de 2020 por Claudia Araujo Wimmers, como administradora propietaria, y Hendry Daniel Díaz Corado, como administrador suplente. La última credencial, inscrita por el periódico, muestra que Araujo Wimmers es la presidenta del periódico; Juan José Saldaña Aguirre es el secretario, José Carlos Pérez Cortés, tesorero y Juan José Pineda Roa figura como director suplente, aunque él se presenta como el Ceo del diario estatal. Pineda Roa es un ex empleado de la empresa de publicidad de los hermanos Bukele, de Saatchi & Saatchi (Obermet), donde fungió durante cinco años como director de marcas. El último trimestre de 2020, los gastos de funcionamiento de Diario El Salvador fueron financiados con un préstamo de $2,000,000 que La Geo, empresa estatal de geotermia, hizo a Perforadora Santa Bárbara, otra empresa estatal que vende equipo de perforación de pozos, y que además es la principal accionista del diario. En el resumen del balance de 2020 que este medio oficialista presentó al registro se muestra que cerró 2020 con $233,084.85 en “pérdidas del ejercicio”.
No hay información transparente sobre la forma de operar del diario, pero en esta investigación pudo confirmarse que el secretario de Prensa, Ernesto Sanabria, lo dirige, y Luis Laínez, experiodista de diferentes medios nacionales, es su subalterno. La información fue confirmada por dos fuentes internas del periódico que aseguraron que la presencia de Sanabria en las reuniones editoriales es constante. El rol de Sanabria, aseguraron los empleados gubernamentales, incomoda a algunos funcionarios del oficialismo, quienes no dan declaraciones a este periódico, pues son cercanos a Sofía Medina, secretaria de Comunicaciones de la Presidencia. Ella dirige el Noticiero El Salvador, transmitido en el estatal Canal 10, otro engranaje de la maquinaria de propaganda al servicio del clan familiar, y es la pareja de Xavier Zablah Bukele, presidente del partido Nuevas Ideas, creado en torno a la figura del presidente.
Los 14 meses de monitoreo revelan que, a pesar de que el Gobierno ha decretado como información reservada la relacionada con el manejo hospitalario y las compras de la pandemia; a pesar de que la Asamblea controlada por Bukele aprobó de forma retroactiva una ley que da inmunidad a los funcionarios vinculados a contratos irregulares de la emergencia por covid-19; a pesar de que más de la mitad de las compras de equipo hospitalario estaba bajo investigación por negociaciones ilícitas, Diario El Salvador ha presentado como ejemplar el manejo de esta coyuntura. En 214 portadas, el diario difundió propaganda sobre las medidas para el manejo de la pandemia.
La cobertura aumentó tras los acuerdos para el arribo de vacunas contra el coronavirus en noviembre de 2020; en febrero de 2021, cuando llegaron los lotes de vacunas de Astrazeneca; y en marzo, abril y mayo de 2021, tras los lotes comprados a la farmacéutica china Sinovac. Así también creció la cobertura favorable: 227 titulares fueron positivos (83%) sobre la gestión del Gobierno, versus los 61 titulares negativos relacionados al manejo en otros países (74%). Así, cuando se trató de El Salvador, la pandemia se administró de forma ejemplar, pero cuando se trató de otros países, las decisiones fueron equivocadas, según las portadas de Diario El Salvador.
El patrón detectado se asemeja a algunos básicos del “manual del populista”. La especialista brasileña en temas de desinformación y narrativas de odio, Patricia Campos Mello, dijo a este equipo que la estrategia de desinformación más importante consiste en inundar de información difícil de verificar en un corto periodo de tiempo, para sembrar confusión y desconfianza en contra de quienes contradicen la versión oficial. Esta acción es conocida como “Firehose of Falsehoods” o “bomba de agua de falsedades”. “Con esta estrategia no hay necesidad de silenciar a la prensa o a los críticos, solo inundan las redes sociales y todos los canales de comunicación posibles con la versión que desean”, dijo Campos Mello.
El diario estatal, por ejemplo, realizó un esfuerzo sistemático por posicionar la existencia de un enemigo: “los mismos de siempre”, eslogan de campaña que fue acuñado por el bukelismo para nombrar a cualquier personaje o institución antagonista de sus planes. Esa categoría es poco uniforme y cupo cualquier persona o institución incómoda para el oficialismo: alcaldes y diputados de partidos de oposición u otros poderes como la Asamblea Legislativa anterior, la Sala de lo Constitucional y la Fiscalía, que antes del 1 de mayo de 2021 aún no estaban bajo el control del oficialismo, pero también la prensa, organizaciones de sociedad civil e incluso universidades.
Esta clase de estrategia es conocida como “narrativas de odio y exclusión” y, según Campos Mello, el populista usa este tipo de discursos para socavar las instituciones democráticas y consolidar su ascenso. “Implica una incesante campaña de desprestigio de instituciones como la prensa, el poder judicial y el resto de los pesos y contrapesos, acompañado de ofensivas de intimidación y asesinato de reputación”.
De ser así, Diario El Salvador ha sido una pieza clave de la estrategia. Aunque no es pública la información sobre su tiraje, el 19 de octubre de 2021, este medio estatal presumió que ya tenía una cuota importante del mercado: “Diario El Salvador cumple un año. Seguimos siendo el periódico de mayor circulación”. En diciembre de 2020, este medio decía llegar a 197 de los 262 municipios de El Salvador.
El personaje emblema de la instrumentalización de este periódico para atacar adversarios fue Ernesto Muyshondt, quien fue alcalde de San Salvador (2018-2021) y se perfilaba como la figura más potente para competir por la capital ante el candidato bukelista que ganó. En las 400 portadas analizadas, Muyshondt apareció mencionado en 50 ocasiones, donde destacaron la supuesta corrupción de su gestión, el supuesto manejo irregular de fondos públicos o de la basura y lo acusaron, con voces aliadas al oficialismo, de retener cuotas laborales y hasta de un homicidio por el que nunca ha sido imputado ni siquiera bajo esta administración fiscal controlada por la Presidencia. Pero no fue el único, durante 159 días, Diario El Salvador mostró en sus portadas contenido muchas veces reciclado de publicaciones anteriores y relacionado a casos de corrupción de gobiernos pasados, así como a negociaciones con pandillas en las que participaron políticos de oposición y que fueron descubiertas por medios independientes. En cambio, no hay ningún rastro en las portadas de Diario El Salvador de las negociaciones entre este Gobierno y las pandillas que han dado la vuelta al mundo con pruebas como libros de novedades de los penales de máxima seguridad, oficios internos firmados y sellados, información de inteligencia recogida por empleados de Gobierno y hasta fotografías del ingreso de funcionarios encapuchados a esos penales para negociar con los líderes pandilleros.
Según Óscar Picardo, director del Centro de Investigaciones en Ciencias y Humanidades de la Universidad Francisco Gavidia, no hay que minimizar el impacto de un medio de propaganda como Diario El Salvador. Explica que el periódico carga “toda su batería informacional bajo un enfoque propagandístico: exaltar cosas que convienen o contrarrestar otras. Son medios de confirmación para los seguidores del Gobierno, del partido Nuevas Ideas o del presidente Bukele. El Gobierno lo ha usado como una especie de alter ego periodístico donde pueden ellos decir ciertas cosas. Logran un punto de incidencia desde el punto de vista sectario, con la gente que está militando o que los está siguiendo, solo en ese nivel. La ciudadanía más crítica, más informada, con mayor grado académico –que obviamente es una minoría–, ahí no. Pero en los grupos mayoritarios, que yo calcularía en un 40 % o 50 % de la población, ahí sí creo yo que están logrando cierto nivel de incidencia”.
Los exitosos planes que nadie conoce
La cobertura de economía del diario estatal posicionó la idea de que el país atraviesa por una coyuntura de bonanza económica, atribuida a la gestión del Gobierno. Las portadas incluyeron 210 menciones que destacan ese tema: 167 positivas y 43 indefinidas. Las ocho desfavorables lo eran en relación a otros actores. Ninguna era negativa para el Gobierno ni señalaba hechos como que en enero de este año el Fondo Monetario Internacional (FMI) afirmó que, de seguir así, la deuda pública del país aumentará alrededor del 96% del PIB y podría llevar a El Salvador en 2026 a “un rumbo insostenible”. La bonanza económica que presenta el diario a través de contenidos que hacen mención de un crecimiento acelerado de la economía, dista de las conclusiones del último informe del FMI, del 25 de enero, que apuntan a que el Gobierno está cerca de perder un crédito de $1,300 millones, que necesita para financiar su plan de gastos de los próximos tres años. Y nada menos este 9 de febrero, la calificadora de riesgo Fitch Ratings bajó la calificación de incumplimiento de emisor del país de B- a CCC. En parte, la degradación ocurrió por el alto déficit fiscal del país.
El tema que más se abordó en la cobertura económica del diario gubernamental fue el bitcoin: 1 de cada 3 menciones tenía relación con este tema. Ninguno de los contenidos advierte sobre los riesgos asociados a las criptomonedas debido a su alta volatilidad que hace que aumente o disminuya su valor drásticamente en un corto periodo de tiempo, ni a las advertencias de organismo internacionales sobre sus riesgos. “Los directores del FMI instaron a las autoridades (de El Salvador) a limitar el alcance de la ley bitcoin eliminando su calidad de moneda de curso legal”, dice una conclusión del último informe del FMI.
De hecho, el diario construyó narrativas falsas y no se limitó, como es habitual, a recortar la realidad acomodándola a hechos favorables al Gobierno, nutriéndose para ello con información proveniente del mismo oficialismo. Por ejemplo, en varias ocasiones desinformó sobre la cercanía de un acuerdo con el FMI. “Buen manejo de la pandemia mejora precios de bonos. El optimismo del FMI reduce el riesgo del país y atrae a más inversionistas”. “Negociación entre Gobierno y FMI impulsa el precio de los bonos”. “Los bonos se recuperan tras conversación con inversionistas extranjeros”. “FMI: Avanzan negociaciones para un acuerdo”. «Gerry Rice, portavoz del organismo, espera resultados favorables en las próximas semanas”. Al día de hoy, no hay ningún acuerdo, y el FMI ha sido crítico respecto a la situación salvadoreña.
El economista Ricardo Castaneda, coordinador para El Salvador y Honduras del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), dijo respecto al Gobierno que “una de sus características es que su plan es no tenerlo. Ni un plan de gobierno, ni social, ni económico”. Y agregó: “Si tuviera que caracterizar la forma cómo se toman las decisiones diría que es una mezcla de improvisación y opacidad, donde más que un gobierno que reconoce que el poder es de la ciudadanía, opera como una empresa familiar donde no se le rinde cuentas a nadie”. Castaneda explicó que desde el Icefi “publicamos un documento donde alertamos que se debe realizar una revisión técnica de las estadísticas y resultados nacionales de 2021, que han sido referidos como hitos históricos o resultados extraordinarios de su gestión gubernamental, entre otros, y que en definitiva derivan principalmente del natural efecto rebote en las economías de la región en 2021… Es decir, lejos de echarse flores, deberían entrar en un análisis profundo, porque los niveles de pobreza, desigualdad y hambre han aumentado”.
El viernes 28 de enero, para tener otra lectura de la situación, este equipo solicitó entrevista con Douglas Pablo Rodríguez Fuentes, presidente del Banco Central de Reserva, que según sus atribuciones debe “contribuir para que el país tenga un sistema financiero seguro, eficiente y transparente, que brinde seguridad y confianza a la población”. Se llamó y envió correos al despacho de Comunicaciones y al encargado que aparece en el directorio oficial de la institución. No hubo respuesta.
El monitoreo de las 400 portadas de Diario El Salvador detectó 77 titulares relacionados al bitcoin: 60 eran positivos y 17 indefinidos. Por ejemplo: “País será centro monetario. La revista Forbes augura un despegue nacional con la adopción del bitcoin”; “Bitcoin contra la pobreza. Multimillonario mexicano afirma que criptomoneda traerá desarrollo”; “Chivo es un éxito. Su crecimiento es mayor al proceso de bancarización privada”. “El país es líder en criptomonedas en el continente”; “La billetera Chivo fortalece los nuevos negocios en Santa Tecla”; “Una moderna Ley convirtió a El Salvador en la capital del bitcoin”; “Destacan la independencia financiera por el bitcoin”; “Experto en cripto activos dice que el bitcoin es el oro 2.0”.
Si basamos la realidad en las portadas de Diario El Salvador, que se nutren principalmente de información oficial, la adopción del bitcoin sería un acierto sin matices, sin riesgos, sin debate y solo con posibles beneficios en el futuro.
“Hay muchos conceptos erróneos y el Gobierno ha hecho un trabajo terrible con la educación. Mantuvieron a todos a oscuras, y entiendo completamente a quienes protestan, no fue una sorpresa para mí”, dijo sobre la implementación de la criptomoneda en El Salvador Alex Gladstein en una entrevista en octubre de 2021. Gladstein es un activista de los derechos humanos y del bitcoin y también director de estrategia de la Fundación de Derechos Humanos (HRF, por sus siglas en inglés), que se dedica al análisis de regímenes autoritarios en el mundo. Este experto en criptomonedas y promotor de su uso de forma voluntaria calificó a Bukele como “la personificación del populismo digital”.
Algo similar ocurrió con la cobertura de seguridad: de las 130 menciones en portada que se refirieron al trabajo del oficialismo, 106 destacaron atributos positivos y 24 eran indefinidas. El Plan Control Territorial al que el Gobierno y Diario El Salvador adjudican el triunfo en esta área, es un plan del que, oficialmente, solo se sabe que cuesta $575.2 millones de dólares. Es un hecho que la administración de Bukele ha logrado reducir los homicidios a mínimos históricos, manteniendo a El Salvador abajo de una media de 20 homicidios por cada 100,000 habitantes, cuando solo en 2015, bajo el gobierno del FMLN, se llegó a una tasa de 103. Sin embargo, un elemento ineludible en la discusión de cómo se logró es justamente la negociación con la MS-13 y las dos facciones del Barrio 18, que siguen controlando territorios y extorsiones con sus más de 64,000 miembros activos. De ese diálogo, que el Gobierno niega pese a la abundante evidencia documental, el diario no ha dicho ni una palabra.
“No conocemos la política pública como tal, es decir, la propuesta programática, tampoco se tiene información de los planes implementados a nivel territorial, más allá de toda la parafernalia militarista de despliegues de efectivos militares y concentración de fuerza en determinados territorios en momentos o periodos”, dijo Jeannette Aguilar, reconocida investigadora en temas de violencia y exdirectora del Instituto Universitario de Opinión Pública de la universidad jesuita UCA.
Aguilar, quien suele ser muy directa en sus críticas contra el Gobierno, no se guardó palabras para calificar el trabajo de Diario El Salvador: “Este periódico, más que periodismo, hace propaganda gubernamental. Desde esa lógica, carece de toda credibilidad y objetividad en términos de contrastar la información. Básicamente, esta es una caja de resonancia de la retórica gubernamental”.
En el caso del Plan Control Territorial la tendencia de Diario El Salvador no fue diferente. De las 130 menciones al trabajo del oficialismo, el 93% se enfocó en dos temas: resultados del plan secreto (95 menciones) y estadísticas favorables al Gobierno (26 menciones). No hubo ninguna mención, por ejemplo, a que la Fiscalía anterior abrió en 2021 un expediente contra funcionarios del gabinete de Seguridad, al que llamaron Catedral y en el que documentaron el robo de alimentos que habían sido destinados para paliar los efectos de la pandemia y que terminaron vendidos por el director de Centros Penales, quien ocupó reos para el saqueo.
Como resultados del PCT lo que más destacaron fueron las incautaciones de droga (23), las capturas (20), el llamado Plan Cero Ocio (9) y la inauguración de Centros Urbanos de Bienestar y Oportunidades -Cubos- (6 menciones). En las estadísticas destacaron la reducción de los homicidios (14 menciones) y la reducción de otros delitos (5 menciones).
Diario El Salvador: entre la desinformación y la propaganda. Producción: Olga Chacón, AUCA.
¿El país que mejor manejó la pandemia?
“Esperanza”, dice el titular. “El rebrote de Covid-19 se frenó en el país. Costa Rica, en cambio, registra una escalada”, remata la descripción de la foto principal publicada el 21 de octubre de 2020. Ese sería solo un titular en exceso optimista si no formara parte de un patrón de cobertura. Los titulares relacionados a otros países también responden a una tendencia: suelen ser comparaciones que enaltecen la gestión en El Salvador: “Alta mortalidad en Guatemala por virus. A diferencia de El Salvador, la vacunación avanza lento. El país avanza bajo alertas sanitarias”. “Aumenta las muertes por la Covid-19 en C.A. El Salvador tiene el mejor control de la crisis. Honduras y Guatemala, los más golpeados”, son solo algunos ejemplos.
Las medidas adoptadas en El Salvador fueron destacadas con atributos positivos como “eficiente”, con un especial énfasis en el plan de vacunación, encuestas u opiniones externas que validaron el trabajo del Gobierno, y estadísticas de reducción de contagios y de fallecidos. En las portadas, en cambio, no se registraron noticias sobre los picos altos de la pandemia, como cuando en la cúspide de la tercera ola de contagios se alcanzaron los 298 solo el 8 de agosto de 2021; o, más recientemente en este 2022, ya en la cuarta ola y con la variante ómicron en el país, cuando enero cerró con más de 800 contagios diarios.
El 54 % de estas menciones al manejo de la pandemia en El Salvador ocuparon la madera o la fotografía principal. Fueron el contenido más relevante: 74 maderas y 75 fotos principales. En el 46 % de las menciones restantes (125) este mensaje apareció a través de llamados a notas secundarias. Las portadas de Diario El Salvador se movieron paralelas al discurso presidencial que durante varios meses calificó a El Salvador como el país que mejor manejó la pandemia.
La vacunación recibió una atención obsesiva: 172 menciones dedicadas a la llegada de vacunas y a la implementación del plan de vacunación. Casi el 63 % de la cobertura del manejo de la pandemia de El Salvador se basó en esos dos temas: 146 de esas menciones fueron positivas y 26 indefinidas. De nuevo, ninguna fue crítica de la gestión gubernamental.
El diario se basa en datos que no son fáciles de corroborar debido a la reserva de información del Ministerio de Salud. El Gobierno ha resuelto, desde el 16 de noviembre de 2020, que la data que consta en sistemas informáticos sobre contagios, fallecidos, disponibilidad de camas, altas hospitalarias, compras de medicamentos, insumos médicos y equipo hospitalario es información reservada durante siete años. Mucha de la información publicada con pompa en las portadas de Diario El Salvador solo se podrá corroborar en 2027, a menos de que alguien consiga una filtración. La única información oficial disponible es un infográfico colgado en una página de internet del Gobierno, que contiene información inexacta y contradictoria sobre el avance de la pandemia.
“Hoy se cumplen otros siete días de retraso en la actualización de casos diarios de El Salvador. Eso no puede ocurrir en la peor ola de Covid. Llevamos una semana, pero es un ejemplo rápido de los problemas graves del monitoreo pandémico (del Gobierno)”, dijo el 28 de enero, Wilfrido Clará, médico epidemiólogo salvadoreño que radica en Estados Unidos. “Creo que no hay evidencia, al menos desde el punto de vista epidemiológico o de salud pública, que permita afirmar ni argumentar que en términos generales la respuesta antipandémica de El Salvador sea modélica. Yo no creo tener los elementos para sustentar o creer algo así”, dijo Clará.
El 3 de febrero, a través de correos al departamento de Comunicaciones del Ministerio de Salud y a la cuenta institucional del ministro Francisco Alabí, este equipo solicitó entrevista con él o con algún vocero designado. Antes, el miércoles 26 de enero, un miembro de este equipo había seguido a Alabí por los pasillos de la Asamblea Legislativa durante una de sus visitas, pero el ministro, como suele ocurrir, aceleró el paso y no concedió ninguna pregunta. Los correos fueron respondidos el 9 de febrero por una técnica de comunicaciones, quien aseguró que el ministro no podía dar entrevistas, pero que buscaría a alguien más. No hubo más comunicación tras esa respuesta.
La propaganda de Diario El Salvador sobre el manejo de la pandemia trasciende fronteras: el 24 de enero de 2021, la portada del diario tuvo alcances globales: “El país es referente por el manejo de la pandemia. Estudio de ACG Analytics valora favorablemente la estrategia salvadoreña”. David Metzner es socio de ACG Analytics, pero también es el presidente de Invest El Salvador, la empresa a la que la Presidencia de Bukele acordó pagarle $780,000 por servicios de cabildeo en Washington. ACG Analytics también tiene asignado el manejo de las relaciones con medios de comunicación en Estados Unidos, según el Registro Público del Departamento de Justicia de ese país.
La cobertura de internacionales, de octubre de 2020 al 31 de abril de 2021, reforzaba el mensaje de que otros países tenían ventaja, pues se podían tomar acciones que en El Salvador estaban prohibidas. Ese tipo de comparaciones sirvió para atacar a los otros dos poderes, que aún no controlaba el presidente Bukele: el Órgano Legislativo y Judicial. El confinamiento fue el contenido que con mayor frecuencia apareció: 1 de cada 4 menciones al manejo de la pandemia de otros países. “Ley en Alemania permite emitir toques de queda. Parlamento da a la canciller más poder para frenar la pandemia”; “Estado de Excepción en Ecuador”; “Toque de queda por crisis en Costa Rica”, son solo algunos ejemplos.
El 24 de enero de 2021, el diario retomó el discurso del presidente sobre las limitantes para restringir la movilidad: “Países se blindan ante la Covid-19; El Salvador está atado”. Ese titular hacía relación al conflicto con la Asamblea anterior para que toda medida que implicara limitar derechos -como las cuarentenas- pasara por el órgano legislativo. La Constitución de El Salvador tiene ese candado, pero en 2020 Bukele se negó a acatar la ley hasta que la Sala de lo Constitucional lo frenó. En junio de 2020, un año antes, los magistrados ordenaron que toda normativa que limitara la movilidad y la reunión de los salvadoreños, a través de un régimen de excepción, debía ser avalado por los diputados primero.
Los “enemigos” del oficialismo
Cuando el 1 de mayo de 2021 el presidente Bukele tomó control del Órgano Legislativo, del Judicial y de la Fiscalía, el diario estatal ya llevaba cuatro meses en una campaña constante por desprestigiar a estas instituciones. De la legislatura 2018-2021, con mayoría opositora y que acabó funciones el 31 de abril, el diario estatal destacó que promovía una amnistía para delitos sucedidos durante la guerra, la aprobación de beneficios legislativos, celulares y seguros médicos privados, que favorecía a buseros, y criticó la contratación de asesores y los gastos en la planilla legislativa. Ese tipo de cobertura cesó de forma tajante a partir del 1 de mayo, cuando asumió la legislatura (2021-2024) controlada por el oficialismo, con una correlación favorable para aprobar cualquier tipo de iniciativa sin dialogar con la oposición.
A la legislatura anterior, el diario estatal le dedicó 38 titulares previo a las elecciones de febrero de 2021. Después de terminado su mandato, le dedicó otras tres portadas. La cobertura fue aplastante: 40 de 41 titulares destacaron acciones negativas (y uno indefinido). A partir del 1 de mayo, cambió la tendencia: de 35 titulares, 27 fueron menciones positivas -sin un solo titular negativo- y ocho titulares con tono indefinido, que de ninguna manera pueden entenderse como una crítica a esta legislatura, como por ejemplo: “Comisiones legislativas comenzaron su trabajo desde cero”, “Asamblea quita a ANEP de directivas de autónomas”, “Comisión Financiera cita a gremial de bancos para reunirse con diputados en la Asamblea Legislativa”.
Tras su primera sesión plenaria, esta Asamblea, controlada por el presidente Bukele, recibió la condena de la comunidad internacional tras la destitución ilegal de los magistrados de la Sala de lo Constitucional, a través de un golpe al Órgano Judicial y la destitución del fiscal general. El Relator de Naciones Unidas para la Independencia Judicial, Diego García Sayán, dijo: “Condeno los pasos que viene dando el poder político para desmantelar y debilitar la independencia judicial de los magistrados destituyendo a integrantes de la Sala Constitucional”. Altos funcionarios de la Casa Blanca estadounidense, incluida la vicepresidenta Kamala Harris, también manifestaron públicamente su preocupación y repudio ante esta medida. El presidente Bukele respondió con una ofensiva tuitera: 310 tuits y retuits en solo 24 horas tras el golpe legislativo del 1 de mayo. El titular de portada de Diario El Salvador el 2 de mayo fue: “Primero de mayo histórico. Asamblea Legislativa elige nueva Sala de lo Constitucional y destituye al fiscal Raúl Melara”. También sirvió de megáfono al presidente para legitimar esta decisión ilegal: “Bukele advierte: Todos se van. El presidente sostiene que negociar no es una opción para cambiar un régimen de 30 años”, dice la portada del 4 de mayo. “Presidente explica a diplomáticos la legitimidad de cambios en la Corte Suprema y la Fiscalía”, titularon el 5 de mayo.
Antes el diario estatal había liderado una campaña contra la Fiscalía, dirigida por Raúl Melara, cuando en noviembre de 2020, llevaron a cabo allanamientos al Ministerio de Salud para incautar documentos sobre las compras de la pandemia por indicios de corrupción. La Policía bloqueó el trabajo de los fiscales y el Ejecutivo desencadenó una campaña en contra de la investigación fiscal. “Denuncian abusos de Fiscalía en allanamiento. Los fiscales paralizaron la unidad financiera y de adquisiciones del Minsal”, titularon en la portada del 11 de noviembre. “En riesgo compras de medicina para cáncer. Secuestro de equipo impide seguir los procesos de licitación en Minsal”, dice la portada del 12 de noviembre. “Salud da 48 horas para devolver el equipo. Los sistemas son vitales para la compra de las medicinas”, amenazó el aparato de propaganda el 13 de noviembre.
Con las alcaldías, sucedió algo similar a lo ocurrido con el Órgano Legislativo. La cobertura de las municipalidades, gobernadas por la oposición, destacó errores o supuestas ilegalidades: de los 24 espacios dedicados a ese tema, 17 fueron desfavorables y corresponden a alcaldes de la oposición que buscaban la reelección, con énfasis en Ernesto Muyshont, en San Salvador, y Roberto d’Aubuisson, en Santa Tecla; o COMURES, una organización que abogó por que el Ejecutivo depositara el Fodes a los gobiernos locales, una asignación presupuestaria que por ley les correspondía, pero que Hacienda se rehusó a desembolsar durante un año.
Entre octubre y abril de 2021, Diario El Salvador publicó tres maderas, tres llamados y una fotografía sobre el Fodes, pero en ninguna hizo referencia a su impago. Las publicaciones recogían historias de trabajadores afectados por las medidas de austeridad de las municipalidades; usuarios de servicios, como vendedores de mercados, que se verían afectados por el aumento de tasas municipales; o ciudadanos en general, afectados por la recolección de basura en Apopa, Ahuachapán, San Salvador o Santa Tecla. Las portadas contaron el efecto de la retención del pago ordenada por el Ejecutivo, pero no mencionaron al culpable de que el dinero no llegara.
En ocasiones, el diario rayó en lo ofensivo con sus titulares. Diario El Salvador destacó el 25 de abril de 2021 una fotografía con la leyenda: “Basura en la capital. Los desechos se acumulan en el arriate central del bulevar de los Héroes. La alcaldía de San Salvador no hace su trabajo”. Cinco días después, el 30 de abril, publicaron otra: “Legado de basura. Alcaldía de San Salvador no ha recogido la basura en La Cima 4 desde hace cinco días”.
Ernesto Muyshondt perdió la reelección contra el candidato del oficialismo Mario Durán quien, aunque recibió poca cobertura (apenas cinco menciones en las 400 portadas), vio destacados sus atributos positivos o su ventaja en las encuestas de cara a la elección de febrero de 2021. Cuando asumió la alcaldía el 1 de mayo, cubrieron la recolección de basura de su administración municipal, coordinada con personal de Obras Públicas, del Ejecutivo. Previo a las elecciones legislativas y municipales de febrero de 2021, el diario destacó la mala gestión de la basura de las municipalidades controladas por la oposición, pero a partir del 1 de mayo esa cobertura desapareció.
Desde el segundo día de existencia de Diario El Salvador hasta el último día de la gestión de Ernesto Muyshondt, este diario mantuvo una cobertura desfavorable contra el exalcalde capitalino. El principal problema de la comuna de San Salvador, según la cobertura del diario estatal, era la recolección y disposición de basura: la comuna dirigida por Muyshondt fue señalada como la responsable. Aún después de perder las elecciones, sumó 11 publicaciones más entre marzo y abril de 2021, incluyendo una nota que hizo eco a las declaraciones del ministro de Trabajo, Rolando Castro, detractor público de Muyshondt: “Ordenaron asesinar a dos concejales que no votaban a favor de Muyshondt”, y destacaron como fotografía principal la reunión entre Muyshondt y el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro .
Almagro había anunciado que valoraba incorporar a Muyshondt como asesor en la OEA. Esa noticia fue instrumentalizada por Rodolfo Delgado, el fiscal impuesto tras el golpe al Órgano Judicial, para justificar la expulsión de la Cicíes de El Salvador. “Fiscalía termina acuerdo con OEA por nombrar asesor a Muyshondt. El convenio buscaba combatir la impunidad, pero el cargo en Washington impediría procesar al exalcalde”, consignó el diario estatal, sin hacer mención alguna de todas las investigaciones de la Cicíes que apuntaban a corrupción en el manejo de la pandemia.
Muyshondt está en prisión acusado de retención de cuotas laborales. Aunque ha habido órdenes de juzgados de que pase a detención domiciliaria, el oficialismo no las acató, argumentando que no hay brazaletes electrónicos. La Cicíes, principal promesa de la campaña presidencial de Bukele para el “combate a la corrupción”, fue desmantelada en junio de 2021. Hasta finales de 2020, la Cicíes había colocado una decena de avisos en la Fiscalía por casos de corrupción en los ministerios de Agricultura y de Salud. Ninguno de esos tuvo espacio en las 400 portadas analizadas.
La cobertura de corrupción u otros delitos del diario estatal se enfocó en los adversarios del oficialismo y sirvió para catapultar la imagen de Nuevas Ideas, de cara a las elecciones de febrero de 2021, así como para posicionar a la legislatura de mayoría oficialista que asumió el 1 de mayo de ese año. El diario estatal publicó 211 menciones a casos de corrupción y otros delitos: 178 menciones (84.36%) destacan casos negativos que sucedieron durante gobiernos anteriores, relacionados a políticos de oposición, organizaciones de sociedad civil y otros actores no relacionados al oficialismo.
Entre los casos de corrupción u otros delitos que más atención recibieron del diario estatal se cuentan el de sobresueldos (36); negociaciones con pandillas de políticos opositores (13); caso oenegés (17), el llamado caso saqueo público (12); caso Saca (8); caso Flores-Taiwán (7); caso Ipsfa relacionado al ex diputado Sigfrido Reyes y al exministro de Defensa, David Munguía Payes (9), y en general a diversas tramas de corrupción de gobiernos anteriores no relacionados con funcionarios de la administración Bukele, que mucho antes de que naciera el diario estatal habían sido revelados por la prensa.
En la cobertura de corrupción, cuando dedicaron titulares positivos (5.21%), estaban relacionados a las comisiones especiales creadas por la Asamblea controlada por Bukele o acciones del fiscal impuesto el 1 de mayo para investigar el pago de sobresueldos, el uso de la partida secreta y otras irregularidades que sucedieron durante gobiernos pasados.
Tras la publicación de sanciones, a través de la Lista Engel contra funcionarios de la administración Bukele, el diario estatal perfiló al Gobierno de Estados Unidos, en tres llamados a notas secundarias, como defensor de la corrupción de gobiernos salvadoreños anteriores. “Estados Unidos sigue sin incluir a opositores activos en la lista de corrupción”, dice la portada del 21 de septiembre de 2021. “Lista de EEUU ignora la corrupción de los gobiernos de Arena y del FMLN”, dice la portada del 22 de septiembre. El 27 de septiembre, el diario citó una frase del arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, para defender al Gobierno: “Somos un país soberano y por presiones internacionales no deberíamos dejarnos doblegar el brazo”.
Este equipo analizó 400 portadas publicadas durante 14 meses de 2020 y 2021. La última de las portadas analizadas, publicada el 26 de noviembre de 2021, llevaba en madera una promesa política convertida en una afirmación tajante: “30,000 NUEVOS EMPLEOS. Al cierre del año se habrá duplicado el récord histórico de generación de trabajo”.
Edición: Óscar Martínez
Este reportaje se realizó en el marco del Ciclo de Actualización para Periodistas (CAP) sobre democracia, desinformación y libertad de expresión.