– Las mujeres buscan la inclusión de su agenda en los planes de gobierno de los Presidenciables de Honduras
– Con Polétika-H vigilan el discurso y los compromisos de los presidenciables
– Darán seguimiento al candidato que resulte electo presidente de Honduras
Una vez más, las mujeres y feministas hondureñas alzan la voz y demandan respeto y propuestas concretas de inclusión, pero en esta ocasión, en el marco del proceso electoral 2017, interpelan a los aspirantes a la presidencia de la República para que del discurso pasen a la propuesta y que las integren en sus planes de gobierno. Sin embargo, a diferencia de luchas anteriores, unas 25 organizaciones de mujeres lo hacen con una herramienta novedosa e innovadora: Polétika-Honduras.
Polétika-H surge de la fusión de las palabras política y ética, dos palabras históricamente antagónicas, pero que a la mujeres organizadas del país les pareció llamativas para denominar a una plataforma virtual, a través de la que emplean el ciberactivismo para monitorear el discurso y los compromisos de los aspirantes de la presidencia de Honduras, con los temas de la agenda que construyeron en consenso.
Ellas buscan que los candidatos que aspiran a ser el nuevo Presidente de Honduras, les garanticen que en su plan de Gobierno se incluya la Educación Integral Gratuita, Laica y No Sexista; el Fortalecimiento de la Institucionalidad y Presupuesto desde una perspectiva de Género; la Feminización de la Pobreza, qué básicamente implica acceso a la tierra, crédito y vivienda para las mujeres del área rural y del campo; una mayor Participación Política y Ciudadana de las Mujeres. Asimismo, la Salud Sexual Reproductiva de las Mujeres, Tierra, Territorio y Bienes Comunes y, sobre todo, políticas y acciones para evitar la violencia contra ellas y los femicidios.
Mujeres vigilan de cerca a los tres potenciales ganadores de la contienda electoral
Las organizaciones de mujeres determinaron monitorear a Juan Orlando Hernández (candidato del Partido Nacional), a Salvador Nasralla (candidato de la Alianza de Oposición) y a Luis Zelaya (candidato del Partido Liberal), por considerar que son los candidatos con mayores probabilidades de ganar.
Ese monitoreo es precedido por procesos de incidencia que realizan ante los presidenciables, a quienes hacen los planteamientos que están comprendidos en la agenda de temas antes señalada. Paralelo, presionan a través de la plataforma Polétika-H, en la cual la población puede encontrar sus demandas, al igual que el puntaje que de forma periódica le van asignando a cada candidato monitoreado, en función de la mención, compromiso y propuesta concreta hecha con cualquiera de los siete temas.
Los aspirantes a la presidencia siguen sin compromisos concretos
Las mujeres han buscado un acercamiento con los candidatos a la Presidencia de los principales partidos políticos y agrupaciones. Algunos las han escuchado pero aún no hacen eco de sus planteamientos y no han incorporado en sus planes de Gobierno, la agenda que impulse verdaderamente las políticas públicas desde la perspectiva de género, con el propósito de reducir y eliminar las brechas de desigualdad de las mujeres en relación con los hombres, como un problema mundial y de país.
Desde el pasado mes de agosto, cuando comenzaron la vigilancia de los presidenciables, el monitoreo ha reflejado que aparte de las mencionas superficiales que han hecho de algunos temas, ninguno de los candidatos está promoviendo mecanismos concretos que garanticen los derechos de las mujeres hondureñas. El discurso es ligero y ninguno se toma en serio el compromiso de abrir ese espacio para darle una vuelta a la hoja y marcar la historia cediendo los espacios, proyectos, presupuestos y participación a las mujeres.
Ni una más
En lo que va el 2017, más de 200 mujeres han sido asesinadas. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), informó que en Honduras cada 17 horas es asesinada una mujer. Esa cifra devela el recrudecimiento de la violencia y la inseguridad, al tenor del crecimiento de crimen organizado y la delincuencia común en un país que ha estado calificado como uno de los más violentos en el mundo. Son niñas, jóvenes, madres, esposas, que sufren ese contexto de violencia, acoso y hostigamiento. Lo más lamentable de la historia es la estigmatización que se hace de la mujer, sin siquiera ahondar en las verdaderas causas por las que están asesinándolas. Ante ese panorama la urgencia por hacer que la mirada de los candidatos penetre en las entrañas del problema, es una verdadera prioridad. Y para las mujeres, eso puede lograrse solo con conciencia, voluntad y decisión, plasmadas a través de propuestas convincentes que planteen que ellas sí cuentan y que ni una más debe ser asesinada.
Una de las propuestas que las mujeres lanzan a los candidatos es que se incluya en sus planes de Gobierno la creación de un mecanismo integral de protección a las mujeres sobrevivientes de violencia en los 18 departamentos de Honduras y que al menos para el 2019, el país cuente con planes de seguridad para las mujeres desde un enfoque de Derechos Humanos en barrios y colonias de ciudades como Choloma, San Pedro Sula, La Ceiba y Tegucigalpa.
Solo en el 2016 el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos recibió 679 quejas relacionadas con amenazas de muerte, intimidación o coacción, de ellas 286 fueron por violencia doméstica y 45 por violencia intrafamiliar.
Gobernantes no les apuestan a las mujeres
Las mujeres saben que son parte importante del motor que impulsa la economía del país. Sin embargo, pese al aporte de las mujeres indígenas, campesinas y garífunas, el Estado sigue sin reconocer el rol y la contribución que hacen al ciclo de producción de la tierra y a la seguridad alimentaria. Desde los gobiernos no se han impulsado oportunidades para que muestren su liderazgo y el potencial que tienen como emprendedoras. Y aunque hay algunas iniciativas como el Programa Nacional de Crédito Solidario para la Mujer Rural “Credimujer”, aprobada desde septiembre del 2015, las mujeres campesinas y del área rural siguen librando batallas para que, en este caso, los fondos que darán inicio a su ejecución se eroguen.
Aunque en relación con el tema, los presidenciables monitoreados han hecho escuetas menciones, en sus discursos no se determina cómo harán para responder a uno de los planteamientos: la feminización de la pobreza (acceso a la tierra, trabajo, empleo, crédito y vivienda).
Hay otros temas que comprende la agenda de las mujeres que podrían ser objeto de análisis en su importancia, sin embargo, una cosa es real, desde la mirada de las mujeres y feministas, sin voluntad política para generar la apertura e inclusión de ellas en espacios para empoderarlas y brindarles las herramientas para que puedan contribuir con sus familias y con el país mismo, a salir de la pobreza, nada se logrará. Esa es, en suma, la demanda de las mujeres y feministas de Honduras.