Texto: Jennifer Avila

Fotografía archivo/Martín Cálix

Contra Corriente

El brasileño, exprocurador del Estado de Sao Paulo, Luis Guimarães termina su trabajo como vocero de la Misión de Apoyo contra la Corrupción e Impunidad (MACCIH) en 40 días. En un año de mandato, Guimarães asegura que deja una propuesta de ley de Colaboración Eficaz más clara y mantiene la filosofía con la que recibió el cargo: «no hay margen para hablar, se tiene que trabajar de manera profesional, los hechos van siendo descubiertos».

Desde que la Misión de Apoyo Contra la Impunidad y Corrupción (MACCIH) comenzó en 2016 ha presentado 10 casos que en total suman a 111 imputados entre diputados, otros funcionarios públicos y familiares de estos, acusados de malversar casi 400 millones de lempiras en diferentes actos de corrupción: desvío de fondos desde ong’s o despachos de gobierno, irregularidades en concesiones, sobrevaloraciones en equipo médico o contratos con el Estado, así como la denuncia del Pacto de Impunidad que intentó frenar las investigaciones contra diputados. En el período de Guimaraes, se presentaron siete nuevos casos: «Caja Chica del Hermano», «ampliación del Caso Pacto de Impunidad», «Licitación Fraudulenta del Instituto de seguro Social», «Arca Abierta», «Fraude sobre el Gualcarque», «Patuca III» —Colusión y corrupción, así como el requerimiento de aseguramiento de bienes relacionados al caso Caja Chica de la Dama.

Guimarães, con estos resultados, asegura que a pesar de la tendencia que pudo haber marcado la expulsión del Comisionado de la CICIG en Guatemala, en Honduras la misión de la OEA está garantizada, porque el gobierno de Estados Unidos tiene la voluntad de seguir financiándola y porque la relación del gobierno de Honduras con la Maccih ha sido cordial y de eso depende en gran parte.

La llegada de Guimarães a Honduras tardó alrededor de 4 meses ya que tras la salida del peruano Juan Jiménez Mayor en febrero de 2018, el Presidente de Honduras no aceptó la propuesta que Almagro presentó en abril, hasta en junio que Heide Fulton, encargada de negocios de la Embajada de Estados Unidos hiciera un llamado de atención para resaltar la urgencia de nombrar el vocero de la misión. La presión de la Embajada estadounidense ha sido clave también para la reelección del fiscal general y la garantía que éste trabaje con el apoyo de la Maccih.

Ya en la recta final de su mandato, Guimarães acepta recibir medios de comunicación en su oficina, ahora habla con la tranquilidad de quien ha cumplido un trabajo en un país como cualquier otro, con redes de corrupción enquistadas en el Estado. Nos recibe a nosotros para hablar de su mandato y de la importancia de la aprobación de la ley de colaboración eficaz en un contexto en el cual el Congreso Nacional ha aprobado un código penal que reduce penas por delitos de corrupción y buena parte de la sociedad pone como expectativa llegar a la presidencia de la república con las investigaciones por corrupción.

CC. ¿Cómo fue este año en Honduras? ¿Qué sabía y qué es lo que se encontró en Honduras?

LG. Ha sido un año de mucho trabajo, la misión es algo importante en la vida de Honduras y también para la OEA, una forma de colaboración en un país soberano. Tenemos un equipo muy bueno, profesional, hemos trabajado muy bien con la UFECIC (Unidad Fiscal Especial contra la Impunidad) del Ministerio Público (MP) y con las instituciones en general. El problema de corrupción existe en muchos países, la cuestión es siempre cuál es la relación de las instituciones del país frente a una situación de corrupción, creo que hemos abierto otros caminos ayudando al MP que es la institución que debe tomar la iniciativa de combate a la corrupción, creo que también hemos hablado de los temas institucionales para el país, he presentado el informe al Consejo Permanente de la OEA con algunas ideas y sugerencias. Yo he sido bien recibido por el pueblo hondureño, pero mi mandato termina el 30 de junio, nadie es insustituible y tengo certeza que el trabajo se va a mantener.

El Secretario General de la OEA, Luis Almagro, resaltó los resultados ofrecidos por la Misión. «Valoramos el informe y el papel de la MACCIH en la lucha contra la corrupción, en especial, en la construcción de un sistema nacional anticorrupción que ha permitido la investigación de siete casos más de gran corrupción en estos últimos meses», afirmó. «Con esto, ya son once los casos que los equipos integrados UFECIC – MACCIH han logrado judicializar desde su creación en el 2017», agregó.

CC: En esta etapa de la Maccih con usted en la vocería, ¿cuáles han sido los retos más importantes de la Misión?

LG: En todos los países para hacer investigación y proponer acciones penales, crímenes de corrupción es necesario que se trabaje con profesionalismo y que se tenga independencia, la independencia de las instituciones de justicia es fundamental para tener resultados. Creo que hemos avanzado con la creación del circuito judicial anticorrupción pero no hay resultados milagrosos, esto es una cosa que debe pasar, es una evolución de las instituciones que se tiene que hacer.

CC: ¿Hay voluntad para hacerla?

LG: Creo que la sociedad hondureña tiene voluntad, pasa como en cualquier sociedad, que hay gente que quiere cambiar la situación y hay gente que no quiere, sería bueno que la mejoría de las instituciones sea voluntad permanente.

CC: Mucho de esto pasa por el Congreso Nacional, la aprobación de la ley de colaboración eficaz y la misma renovación del convenio con la Maccih y ese es un congreso, en el que muchos de los diputados han sido acusados por la Ufecic ¿cómo ve la correlación de fuerzas allí?

LG: Esto no me compete a mí analizar, esto es un análisis que debe hacer el pueblo hondureño, también la renovación del mandato de la misión, hay un artículo en el convenio que dice que es necesario un intercambio de notas entre el gobierno y la secretaría general de la OEA pero los avances dependen de la voluntad general, expresada por la sociedad, no es una institución de una organización internacional que va a hacer los cambios, nosotros ayudamos, hacemos la colaboración pero el protagonista de las mejorías institucionales debe ser el pueblo hondureño y las instituciones hondureñas.

CC: ¿Cuál es la importancia de la aprobación de la ley de colaboración eficaz para el trabajo de la Maccih?

LG: Para el combate al crimen organizado, las organizaciones criminales, violentas o de de crimen de cuello blanco, es un instrumento importante. Una ley como esta no va a resolver por sí misma los problemas pero da al MP y al Poder Judicial una herramienta, muchas veces para llegar a los jefes de las organizaciones criminales, se tiene que obtener una colaboración de uno de sus integrantes, este proyecto tiene los instrumentos necesarios para que en algunas circunstancias esta colaboración sea hecha. Otros países latinoamericanos, países con sistemas parecidos lo tienen, no veo razón para que Honduras no la adopte, claro que es legítima la discusión sobre el proyecto y que se perfeccione. No hay proyecto perfecto pero este se ha hecho con colaboración de la Procuraduría General de la República y el proyecto ahora es mejor que el anterior.

CC: ¿En qué cambió?

LG: Es más claro, hay la explicitud del control judicial y las situaciones en que el juez no debe aceptar la colaboración, este proyecto está más adelantado que el anterior, se tiene que discutir.

CC: ¿En qué radica la resistencia en atrasar la revisión y aprobación?

LG: La preocupación tiene un poco de todo, es posible que existan operadores del derecho que tengan dudas auténticas sobre la mejor forma de hacerlo, claro que hay personas que no quieren esta solución porque le temen, el ideal en una situación como esta es hacer un buen debate en el Congreso, llamando especialistas sobre el tema, examinando el texto del proyecto y que cada uno responda a su elector. Este no es un tema de interés de la misión sino de las instituciones y de la justicia en Honduras.

CC: El discurso que predomina es que estas leyes lo que permiten es la negociación con criminales, como una nueva forma de impunidad…

LG: No es una forma de impunidad, ha sido utilizada en otros países. En Italia, por ejemplo, el enfrentamiento contra instituciones mafiosas ha sido hecho con este instrumento, en Brasil las principales operaciones contra la corrupción han sido hechas con este instrumento, es una ponderación de valores y de utilidades, por esto, un colaborador va a proporcionar información y el beneficio que va a tener será proporcional a la colaboración que haga, no es algo arbitrario, por esto es que este proyecto está más organizado y lo deja claro.

CC: ¿No tener este instrumento ha sido un obstáculo para la UFECIC en los casos que apoya la Maccih?

LG: La Ufecic tiene que trabajar con la ley vigente en el país, un instrumento como este podría traer ventajas, se continúa trabajando pero es un instrumento útil que va a facilitar en el objetivo de llegar a las cabezas de las organizaciones criminales.

CC: Con lo que está pasando en Guatemala, aunque son misiones distintas, ¿cómo leen ustedes la situación de la Maccih en Honduras estando cerca de la discusión de renovación de mandato?

LG: Las situaciones son diferentes, aquí hay una relación institucional que ha sido cordial con el Estado hondureño, aunque hemos tenido una que otra visión diferente sobre el problema. Cuando la CICIG fue expulsada del país no tengo duda de que algunas personas aquí se quedaron contentas pensando que la solución aquí sería la misma. La relación de la misión dentro de su mandato con los poderes del Estado hondureño es muy diferente a la de Guatemala.

CC: ¿La relación de la Maccih con el Ejecutivo y con el Legislativo es igual o tienen más tensiones con uno?

LG: No hay que analizar cada uno, es fundamental que la misión cumpla su deber dentro de la institucionalidad del convenio, no es objetivo de la misión sustituir la institucionalidad de un país y eso lo dejé claro desde el inicio. Entonces hemos trabajado, hemos dado ideas, no dejamos de hacer observaciones críticas contra proyectos de ley que pongan en amenaza el trabajo del MP, esto tiene que ser hecho con tranquilidad y profesionalismo.

CC: Cómo reciben las expectativas de la sociedad, es común escuchar de denuncias que no se reciben…

LG: Hay expectativas legítimas, las personas tienen que saber que son las instituciones hondureñas las que deben hacer las labores investigativas. Las personas tienen una visión errada de la misión que es de apoyo y no de sustitución, es muy diferente a lo que pasó en Guatemala donde la misión de la ONU tenía poderes de investigación propia, aquí no, aquí tenemos que apoyar el MP, entonces creo que algunas personas tienen una visión errada sobre las posibilidades de la misión, algunas personas lo hacen por el choque político del país y yo he dejado claro que no dejaré usar a la misión como instrumento de lucha política, la lucha política debe ser hecha por los partidos y los hondureños, no por una misión de la OEA, en una sociedad con libertad de expresión se habla de todo aquí, se tiene que mantener la tranquilidad para trabajar dentro de los marcos de la institucionalidad.

CC: ¿Qué avances ha tenido el sistema de justicia e investigación en Honduras con el apoyo Maccih?

LG: La creación de la UFECIC ha sido un avance, claro que es necesario esfuerzos, la UFECIC está trabajando a su límite de capacidad, también es un avance, la creación de juzgados especializados en corrupción estos son avances importantes para lograrlo. La creación de la unidad de protección de jueces, capacitaciones, informe del centro de la justicia de las Américas que ha sido presentado con buenas ideas para el cambio del sistema penal de Honduras, no podemos ni queremos adoptar soluciones a las instituciones hondureñas sino solo aportar ideas con estándares internacionales.

CC: Ese apoyo de la Maccih al MP ¿en qué se traduce? ¿Es para clasificar casos? Este país está lleno de denuncias…

LG: Damos apoyo de carácter técnico, hacemos seguimiento del trabajo del MP, el apoyo de la misión, técnico y político al trabajo del MP es importante, algunas personas son críticas porque quieren más casos, más rápido siempre les digo de que si es fácil por qué no se hizo antes cuando la misión no estaba aquí. Presentamos 11 casos, los trabajos siguen y lo hacemos dentro de los marcos institucionales, no hay margen para hablar, se tiene que trabajar de manera profesional, los hechos van siendo descubiertos.

CC:¿Cuál es el papel de la embajada de EEUU?

LG: Los EEUU son los mayores donantes de la misión y han apoyado el trabajo de manera muy firme, muy abierta.

CC: ¿Corre riesgo con la amenaza de Trump de reducir fondos para Honduras?

LG: Aquí no tenemos problema, los fondos siguen adecuados al trabajo, por tanto no hay cualquier efecto de cambio en el trabajo de la misión.

CC: ¿Qué espera la MACCIH de la sociedad civil?

LG: Lo que espera es que la sociedad siga su trabajo y que tenga la conciencia de que lo que se ha hecho es para mejorar el sistema de justicia de Honduras, la sociedad es la beneficiaria de este trabajo pero la misión no sustituye a los hondureños que son los protagonistas de su propia historia.

CC: La gente tiene mucha expectativa, por la experiencia CICIG, de que se lleguen a estructuras lideradas por el Presidente o la Primera Dama, y hay denuncias específicas sobre esto, ¿cómo las reciben ustedes?

LG: No voy a hablar sobre cualquier persona, la cuestión no son las personas, sí lo hechos, el MP debe investigar los hechos, los hechos llevan o no a personas, entonces no se debe singularizar el nombre y apellido de las personas, la cuestión es hacerlo de manera profesional e independiente.

CC: ¿Sienten que están trabajando en terreno hostil, sobre todo la UFECIC?

LG: Es normal que siempre que se hagan investigaciones, las personas investigadas no van a colaborar de manera voluntaria. Es normal en cualquier país.

CC: ¿Es posible que el país así como está pueda construir una institucionalidad fuerte para la lucha contra la corrupción?

LG: Creo que es un proceso de evolución, la gente tiene expectativas inmediatas, que sea rápido, pero no siempre esto ocurre con la velocidad que cada uno de nosotros le gustaría, lo que no se puede es parar de trabajar en el mismo sentido y perder el ánimo, esto no se puede, el trabajo hecho hasta ahora ha sido útil para Honduras, solo personas que tienen expectativas irrealizables no van a reconocer el trabajo.

El Secretario General de la OEA ha dicho que la misión tiene voluntad de seguir pero depende de las instituciones del Estado hondureño hacerlo.

 

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