Dulce Rivera, gitana y sin patria. Mujer transgénero que pasó más de un año en aislamiento. Crédito: Arte: Ricardo Weibezahn

TAMOA CALZADILLA

Univision
“No cuelgues. Ya va, tengo muchas cosas que decir, quiero hablar. Esto aquí es horrible, estoy muy sola, mira, hace rato nadie me mira, nadie, te echan aquí en ‘El hoyo’ y ¿sabes qué es lo peor? Que no existes, nadie te ve ni te oye y así se te va un día y otro día. No le pueden hacer esto a la gente. Estoy desesperada (…) Esto es una tortura, una tortura mental”.

Cinco contactos por teléfono con Univision Noticias terminaban así. Dulce Rivera, encerrada como animal de zoológico en una celda de confinamiento solitario en El Paso, Texas, contaba con una pequeña ventana por donde entraba una bandeja de comida tres veces al día y, cuando lo pedía y alguien ponía dinero en su cuenta, un auricular telefónico por el que podía conectarse con el mundo exterior. Siempre adentro de la celda. A excepción de dos momentos: “la hora de yarda”, para recrearse en un pequeño patio durante una hora o menos y cuando se iba a duchar.

Ella es una de miles de inmigrantes que buscan asilo en Estados Unidos o residentes que han cometido delitos cuyas faltas comprometen su Green card y los coloca a un paso de la deportación. Todos ellos esperan la decisión de un juez sobre su suerte dentro de centros de detención.

Dulce es una mujer transgénero de 37 años que creció en Honduras. Su familia llegó refugiada de algún lugar y ella no recuerda cuál.

Una base de datos que elaboró el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) a la que Univision tuvo acceso, registra que, como Dulce Rivera, miles de inmigrantes han sido confinados en celdas de aislamiento en centros de detención manejados por ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EEUU).

El uso desmedido de esa práctica que afecta la salud mental de las personas, es considerada por las víctimas y defensores de derechos humanos como un acto de tortura que debe abolirse. Además, especialistas advierten que se usa como primer recurso y no como última instancia disciplinaria.

Entre 2012 y 2017 se contabilizaron al menos 8,448 casos de encierros solitarios. En más de la mitad de esos incidentes, los inmigrantes eran de México y Centroamérica. El registro se basa en reclamos a ICE y fueron obtenidos por el ICIJ por la ley de petición de información (FOIA).

¿Quién es Dulce Rivera y cuánto estuvo aislada en celdas de confinamiento?

Los incidentes se clasificaron por las razones para el encierro, que van desde una violación de normas de disciplina hasta la condición mental de un detenido. Por ejemplo, iniciar una huelga de hambre es razón para el confinamiento (182 casos). Haber intentado suicidio también lo es (373 registros).

Aunque el promedio de estadía en el aislamiento son 32 días, hay casos que superan los tres meses y hasta más de un año, como el de Dulce Rivera que asegura que pasó año y medio de sus dos años en centros de detención encerrada en solitario. Hay que tomar en cuenta que hay un subregistro de casos, como aquellos cuya fecha de liberación de la celda de segregación no fue reportada.

La comunidad LGBT es duramente golpeada con esta medida, según revelan las cifras y testimonios. Un total de 93 detenidos de esta comunidad fueron colocados en confinamiento por protección o considerar que son vulnerables en la población general.

Las celdas de confinamiento se llaman SHU (Special Housing Units): unidades especiales de vivienda. Los hispanos le llaman ‘El hoyo’, ‘la caja’, ‘el hueco’…

“Tú nunca sabes qué día es, qué hora es, tú ves el tiempo pasar en esa celda completa de metal, con un pequeño espejo que es como un metal, un retrete, el lavamanos, la cama… todo junto ahí adentro y a veces te cierran esa puertica o los guardias se paran ahí para taparte…”, contó Rivera ya libre, un mes y medio después de la primera llamada telefónica.

“Me afectó estar en ese lugar tan asqueroso y horrible. Fue demasiado tiempo en mi caso. Mira, el tiempo que he pasado en segregación entre los últimos en Cibola y los de El Paso vienen siendo 11 meses, pero si le sumas todas las veces que me metían y me metían a cada rato por cualquier cosa, haciéndome acusaciones de cosas que después no demostraban. Ahí hay cámaras por todas partes ¿tú crees que si yo de verdad hubiera hecho lo que ellos decían, que si molesté sexualmente a alguien o que si fabriqué un arma y puras mentiras que decían contra mí no estuviera en las cámaras. Nunca me hicieron investigación, nada. Solo me metían por cualquier excusa al ‘hoyo’. Yo llegué a Cibola en agosto de 2017 y apenas estuve dos meses en la población general (donde está el resto de los detenidos), después fue al hoyo a cada rato. Si yo cuento todo, sumo todo, yo estuve encerrada en ‘el hoyo’ por 15 meses, casi año y medio en el SHU. Eso es a veces tan injusto”, se desespera Dulce. Quiere que se sepa que “otra gente está viviendo eso ahora mismo”.

La segregación como tortura

“Es importante que consideremos el aislamiento como una forma de tortura mental o por lo menos de trato cruel, inhumano y degradante de carácter mental y no físico”, afirma Juan Méndez, Relator Especial sobre la Tortura de la Organización de Naciones Unidas.

“El confinamiento solitario indefinido o prolongado por más de 15 días también debe estar sujeto a una prohibición absoluta”, había advertido en 2011.

Méndez recuerda que uno de los primeros casos que conoció como relator de la Organización de Naciones Unidas sobre la tortura en 2010 y 2011 era justamente sobre aislamiento en centros de detención por razones migratorias para la posible deportación de personas.

” Encontré de repente que el aislamiento, que ya en el siglo XIX había sido declarado inhumano, de repente estaba reapareciendo. En Estados Unidos especialmente apareció con mucha fuerza realmente en los últimos 30 o 40 años, no antes. Entre otras cosas por la preocupación por la seguridad ciudadana, por la máxima seguridad, se construyen cárceles que están diseñadas para tener personas aisladas”.

En 2011 presentó un informe a la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre confinamiento solitario o aislamiento donde propuso ciertas medidas: la prohibición del aislamiento indefinido, del aislamiento prolongado.

Al mismo tiempo definió a qué se podía llamar prolongado: “y yo propuse que todo lo que fuera más de 15 días debería ser considerado prolongado, y eso basado en la información de la literatura científica y psiquiátrica que dice que después de 15 días de aislamiento la mente empieza a trabajar de una manera distinta. Y también que se prohibiera, aún por pocos días, por horas, el aislamiento de ciertas categorías de detenidos:, de menores de edad, niños y niñas, personas con incapacidades mentales y las mujeres embarazadas o lactantes”.

Finalmente, esas medidas y prohibiciones se incorporaron en las ‘Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos’, también conocidas como ‘Reglas Nelson Mandela’, en 2015.

“Un buen día en segregación es que salgas una hora en la mañana a la yarda (pequeño espacio abierto, de recreación) y una hora en la tarde. Pero eso todo depende del oficial, si él es bueno te deja estar más de una hora en la yarda. Pero si el oficial es realmente estricto a veces te deja 45 minutos o media hora cada vez… pero en Cibola es peor. Allí es solamente una vez al día, a veces. Pero a veces tú nunca vez la luz del sol, nunca la vez… tú no puedes respirar ese aire. Respiras puro aire sucio. No sabes lo que es el hedor de esa celda”, se queja Dulce.

Las denuncias constantes de Ellen Gallagher

Ellen Gallagher, exasesora de políticas de la Oficina de Derechos Civiles y libertades Civiles (CRCL por sus siglas en inglés) comenzó a expresar su preocupación por el uso de la segregación por parte de ICE a partir de febrero 2014. Sus múltiples denuncias, solicitudes de información y recomendaciones a las autoridades de la Oficina de Seguridad Nacional (DHS) están ampliamente expresadas en documentos y correos electrónicos a los que esta investigación tuvo acceso.

En septiembre de 2014, Gallagher presentó una declaración ante la Oficina del Asesor Especial, denunciando que la CRCL estaba incumpliendo su autoridad para investigar a ICE por no cumplir con la normativa de detención que regulan el uso de la segregación.

Las preocupaciones de Gallagher giraban en torno a lo que ella percibía que era –basada en su revisión de los informes de segregación de ICE– una violación de políticas y procedimientos. Según su opinión experta el problema requiere de una revisión del uso y abuso del confinamiento solitario en centros de inmigrantes que buscan permanecer en Estados Unidos. Justamente porque se trata de inmigrantes detenidos con vulnerabilidades especiales, algunos con afecciones psicológicas.

Además, la especialista advierte que la medida de encierro se usa como primer recurso y no como última instancia.

“Cuando estuve en la cárcel pasé unos 30 días en segregación por castigo disciplinario y, créeme, en los centros de detención de inmigrantes es mucho peor, uhh, sí, mucho peor”, recuerda Dulce Rivera.

Gallagher dijo que estaba alarmada por los documentos que mostraban que en los centros de detención de ICE se ubicaban inmigrantes psicológicamente enfermos en aislamiento por cosas como intentar suicidarse, por ser víctimas de un ataque físico, y por la posesión no autorizada “de un pimiento verde”.

En los archivos que revisó para detenidos que fueron colocados en segregación, dice que a menudo faltaba documentación sobre cualquier búsqueda para alternativas a la segregación, incluso en los casos en que esa documentación fue requerida por la directiva de ICE a los centros.

“Yo estaba en la celda número siete y desde ahí pude ver a un detenido en la celda número dos que daba vueltas para todos los lugares, completamente un lobo queriendo salir de la celda, vi cómo se estaba empeorando su salud mental. Lo que me venía a la mente es que él estaba viviendo momentos difíciles como los he vivido yo…”, cuenta Dulce Rivera.

La respuesta de ICE a esas denuncias

“El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) está firmemente comprometido con la seguridad y el bienestar de todos aquellos bajo su custodia. El uso de viviendas restrictivas en los centros de detención de ICE es extremadamente raro, pero a veces necesario, para garantizar la seguridad del personal y las personas en un centro de detención, dice la respuesta oficial a las preguntas que formulara el Consorcio de Periodistas de Investigación (ICIJ), Univision y el grupo de medios que participaron en la investigación.

Explican que la política de ICE que regula el uso de las unidades de gestión “protege a los detenidos, el personal, los contratistas y los voluntarios de los daños” que pudieran hacer ciertos detenidos de la población general, por lo que justifican la medida de aislamiento “por razones administrativas y disciplinarias”.

En 2013, ICE emitió una directiva titulada “Revisión del uso de la segregación para detenidos de ICE” (ICE Directiva de Segregación), que exije que la agencia informe, revise y supervise cada decisión del centro de detención de colocar a los detenidos en viviendas de segregación por más de 14 días, y requiere la notificación y revisión inmediata de aislamientos cuando existen preocupaciones mayores basadas en la salud del detenido u otros factores.

ICE asegura que proporciona “varios niveles de supervisión para garantizar que los detenidos en custodia de ICE residan en entornos seguros y humanos y en condiciones adecuadas de confinamiento”.

Consultados sobre la ubicación de personas de la comunidad LGBT en celdas de segregación, señalaron que ” se debe utilizar solo como último recurso, puede ocurrir cuando sea necesario y cuando no existen otras opciones de alojamiento bajo los detalles del caso para garantizar la seguridad del detenido, otros detenidos, personal del centro de detención y / o el buen orden del centro”.

Sobre el uso de estas celdas de segregación para personas con enfermedades mentales o posibles suicidas, ICE explicó que existen reglas que siguen para evaluar cada caso y que están de acuerdo en la medida de aislar y supervisar a quienes han atentado o pueden atentar contra sus propias vidas.

Por su parte, la Oficina de Seguridad Nacional (DHS) se abstuvo de dar detalles de los señalamientos y quejas formales de la exconsejera Gallagher y del estatus de las investigaciones que supuestamente se iniciaron a partir de sus denuncias.

No obstante, ratificó que sigue siendo tarea de la Oficina de Derechos Civiles y libertades Civiles (CRCL) supervisar estos asuntos y continúan esfuerzos por adaptarse a las medias que entraron en vigencia en 2013 sobre confinamiento solitario en centros de detención.

“Ellos te ponen en ‘Suicide Watch’ (vigilancia de suicidas), te quitan la ropa y te ponen ese traje verde, horrible ‘el traje de tortugas’, sin mangas, tan incómodo, te acuestas en esa cama tan pequeña, te abrazas a ti misma por el frío que hace y miras al techo. Sigues encerrada… no sé por qué te hacen todo eso. Eso te pone peor”. Dulce se agarra los dos brazos y mira hacia arriba para simular lo que vivió.

ICE sobre el caso Rivera

“En junio de 2018, Rivera fue sancionada a 30 días de segregación disciplinaria por desobedecer a un funcionario, hacer propuestas sexuales y amenazas, por interferir con la seguridad y el orden del centro…”, enumeró ICE como respuesta a uno de los tantos aislamientos que ordenó contra esta mujer transgénero que intentó suicidarse colgándose con una sábana en su celda durante este periodo de castigo que ICE me nciona.

Explican además que luego de ese episodio la llevaron al cuarto de observación de suicidas por precaución y orden médica y que luego ella hirió sus propias rodillas con golpes contra la puerta, dentro de su confinamiento.

“En julio de 2018, Rivera Montero fue consultada si quería salir de la segregación hacia la población general y ella se rehusó… en agosto de 2018, ICE recibió una carta de Rivera Montero solicitando ser localizada con su familia que vive en El Paso (Texas)”, escribió ICE.

“Ellos me quisieron sacar del ‘hoyo’ para ponerme en la población general con los hombres y no con mi comunidad LGBT, con las chicas transgénero que tienen su espacio aparte en Cibola y yo les dije que me tenían que llevar a donde me corresponde porque tengo derechos y me dejaron ahí encerrada otra vez”.

“Yo nunca pedí estar en el SHU”.

“Cuando me sacaron de Cibola en agosto, el oficial me mintió y me dijo que me llevaban a un hospital donde iba a estar mejor, fue así como me trasladaron al centro de procesamiento de El Paso. Engañada, yo no recuerdo haber pedido nada, solo pedía que me sacaran del SHU, mi mente ya no estaba bien”.

“Yo no tengo familia, no tengo ninguna familia”. “En El Paso solo tengo algunos amigos”.

Jesús Lorenzo Ávila, detenido en celda de confinamiento solitario en el centro del condado de Otero, Nuevo México. Crédito: Arte: Ricardo Weibezahn

LEA MAÑANA LA HISTORIA DE JESUS LORENZO AVILA QUIEN NOS HABLA DESDE SU CELDA DE CONFINAMIENTO DONDE SE ENCUENTRA EN ESTE MOMENTO

‘Voces solitarias’ es un proyecto periodístico coordinado por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación y The Intercept, en el que participaron: Univision y NBC (en Estados Unidos), Grupo SIN (República Dominicana), Mexicanos Contra la Corrupción (México) y Plaza Pública (Guatemala).

En esta historia participaron: Spencer Woodman (ICIJ), Maryam Saleh (The Intercept), Hannah Rapleye (NBC), , Emilia Díaz Struck (ICIJ), Scilla Alecci (ICIJ), Karrie Kehoe (ICIJ) y Antonio Cucho (ICIJ) como parte del proyecto colaborativo ‘Voces solitarias’, coordinado por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ).

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