Vannesa Siliezar, Abogada y Defensora de Derechos Humanos, Directora de UDIMUF

Lourdes Ramírez – En Alta Voz

Durante tres días se realizó en San Pedro Sula un proceso de formación sobre violencia basada en género en el espacio laboral, con la participación de más de 25 personas de organizaciones no gubernamentales, oficinas municipales, emprendedoras, Cámaras de Comercio de Choloma y San Pedro Sula, Fiscales del Ministerio Público, Defensa Pública y periodistas.

Estas actividades lideradas por La Unidad de Desarrollo Integral de la Mujer y la Familia (UDIMUF), como parte de la proyección de la Iniciativa Spotlight y ONU Mujeres, permitieron a las personas profundizar en los mecanismos de defensa de los derechos de las mujeres, especialmente en los espacios de trabajo, así como el abordaje en casos de violencia doméstica, sexo, género, poder y equidad, violencia basada en género y división sexual en el trabajo, violencia en el entorno laboral, acoso y hostigamiento laboral.

En el análisis realizado sobre el contexto histórico, la violencia de género se transmite de generación en generación. Lo personal es político la violencia contra la mujer tiene que ser visto como un problema de la sociedad en general como una situación de salud pública.  La importancia de las masculinidades sanas, el acoso laboral en el trabajo, el abuso de poder, la explotación laboral, la discriminación por identidad de género entre otros temas.

En las dramatizaciones y socio dramas, se abordó la problemática de explotación laboral de las mujeres en la maquila, simulando el daño a la salud de las mujeres por las altas metas de producción y por las altas jornadas de trabajo, así como no atenderlas desde el comienzo, cuando las mujeres presentan los primeros daños en músculos y huesos, puede provocar daños irreversibles.

En otro tema, se abordó la discriminación en las empresas hacia las personas trans y hacia las personas mayores, también se abordó el acoso laboral y sexual en el trabajo.

Se habló de la situación del femicidio y el feminicidio, cuando el Estado no actúa. Las mujeres pudieron observar las tablas con los datos de las muertes violentas de mujeres, los días en que se dispara la violencia y la impunidad que existe. Así como las reformas al Código Penal que han permitido que muchos hechos violentos reciban sentencias mínimas.

 La expositora, experta en género, abogada y defensora de derechos humanos Vannesa Siliezar, explicó la importancia del tema, en el marco de la campaña de las Naciones Unidas sobre los objetivos de desarrollo sostenible, especialmente en el número cinco que aborda la igualdad de género

Objetivo 5:

 Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas

La igualdad de género no solo es un derecho humano fundamental, sino que es uno de los fundamentos esenciales para construir un mundo pacífico, próspero y sostenible.

Se han conseguido algunos avances durante las últimas décadas: más niñas están escolarizadas, y se obliga a menos niñas al matrimonio precoz; hay más mujeres con cargos en parlamentos y en posiciones de liderazgo, y las leyes se están reformando para fomentar la igualdad de género.

A pesar de estos logros, todavía existen muchas dificultades: las leyes y las normas sociales discriminatorias continúan siendo generalizadas, las mujeres siguen estando infrarrepresentadas a todos los niveles de liderazgo político, y 1 de cada 5 mujeres y niñas de entre 15 y 49 años afirma haber sufrido violencia sexual o física a manos de una pareja íntima en un período de 12 meses.

Los efectos de la pandemia de la COVID-19 podrían revertir los escasos logros que se han alcanzado en materia de igualdad de género y derechos de las mujeres.  El brote de coronavirus agrava las desigualdades existentes para las mujeres y niñas a nivel mundial; desde la salud y la economía, hasta la seguridad y la protección social.

Las mujeres desempeñan un papel desproporcionado en la respuesta al virus, incluso como trabajadoras sanitarias en primera línea y como cuidadoras en el hogar. El trabajo de cuidados no remunerado de las mujeres ha aumentado de manera significativa como consecuencia del cierre de las escuelas y el aumento de las necesidades de los ancianos.

 Las mujeres también se ven más afectadas por los efectos económicos de la COVID-19, ya que trabajan, de manera desproporcionada, en mercados laborales inseguros. Cerca del 60 % de las mujeres trabaja en la economía informal, lo que las expone aún más a caer en la pobreza.

La pandemia también ha conducido a un fuerte aumento de la violencia contra las mujeres y las niñas. Con las medidas de confinamiento en vigor, muchas mujeres se encuentran atrapadas en casa con sus abusadores, con dificultades para acceder a servicios que están padeciendo recortes y restricciones. Los nuevos datos muestran que, desde el brote de la pandemia, la violencia contra las mujeres y las niñas (y, especialmente, la violencia doméstica) se ha intensificado.

La violencia contra las mujeres es histórica

El 52% de la población mundial somos mujeres,  la misoginia es histórica, desde los tiempos antiguos hemos estado sumergidas en una sociedad machista donde muchos de femicidios quedan en impunidad, por eso es importante y urgente prevenir, denunciar y atender los casos de violencia contra la mujer,  profundizar en las diferencias entre sexo y género, separar esas diferencias,  conocer los estereotipos para entender como de generación en generación se han ido transmitiendo estos enfoques, donde la mujer siempre ha estado sometida y ha venido cargando con múltiples actividades que demandan un esfuerzo físico y mental.

El estudio sobre el género, las características sociales y culturales que definen lo que hacen los hombres y las mujeres, los roles, cómo se comportan y que valoración tienen. Existen relaciones de poder, desigualdad entre los sexos en todas las esferas y en el ámbito de acción de la sociedad, ayuda a detectar las condiciones de género, las situaciones a favor y en contra de la mujer.

La violencia basada en género ¿Cómo identificarla?

En la violencia basada en género existen manifestaciones que se ven y otras que no son tangibles, vemos estudios de casos sobre la vida real, diferentes escenarios sobre la violencia y sus manifestaciones, conceptualizando la violencia simbólica, algunas manifestaciones violentas que terminan en femicidios, el silencio y las omisiones que naturalizan la violencia basada en género, la violencia machista.

“Es un flagelo donde sigue incrementándose la impunidad, la violencia de género donde no sólo se ve afectada la pareja sino también sus familiares, como un caso reciente donde una suegra es golpeada salvajemente y termina perdiendo la vida. Ordenes de captura que no fueron ejecutadas en el momento en que se emitieron, desde el mes de enero y estamos en el mes de septiembre y no han sido ejecutadas esas órdenes de captura por parte de los operadores de justicia, no cumplen. Existen cuellos de botella que impiden la ejecución de órdenes de captura, hay más acciones criminales para ejecutar, no sólo hablamos de violencia doméstica, violencia contra la mujer, primero es tentativa y ahora se convierte en asesinato. Cuando las mujeres denuncian, tratan de evitar que se consoliden las amenazas, cuando el Estado no da respuesta tenemos casos de feminicidio” amplia Vannesa Siliezar, experta en género, abogada, criminóloga y académica, defensora.

Muchas veces se subestiman las denuncias, se trata de justificar la violencia en contra de las mujeres, tanto las autoridades como los medios de comunicación comenten errores, irresponsabilidad al emitir juicios de valor sobre las causas de muertes violentas de las mujeres, el Observatorio de la violencia de la Universidad Nacional Autónoma está reportando un incremento en relación al año anterior, a la fecha unas 200 mujeres son contabilizadas por algunas organizaciones defensoras. Hasta el 31 de julio de 2022 el Centro de Derechos de Mujeres (CDM) registra 177 muertes violentas de mujeres según los medios de comunicación impresos y digitales.

¿Cuál es la respuesta de las mujeres que participan en estos talleres sobre violencia basada en género, tanto en Atlántida, como en Cortés y otras regiones?

Vanessa Siliezar, “estos espacios sirven para generar sinergias y alianzas, pero sobre todo para llegar a la conclusión, que cada una de las participantes ha sufrido algún tipo de violencia, la ha vivido, la ha experimentado y también de alguna manera la ha promovido de manera indirecta, esos silencios, esa perpetuidad en la que el patriarcado nos socializa y  nos hace reproducir patrones de violencia hacia las mujeres , violencia simbólica que parece no ser tangible pero que se vive día a día.

“La experiencia ha sido muy buena, puedo afirmar que la participación de los varones ha sido muy buena, sobre todo arropada por la gran cantidad de las mujeres, que han estado brindando sus experiencias de primera mano, compartiendo qué hacemos, quiénes somos, cómo vivimos la violencia en los espacios laborales y sobre todo como se perpetua y se proyecta la violencia.

A través de las jefaturas de personal, de supervisores y supervisora, desde las direcciones ejecutivas de las empresas, del mismo patrono y de la situación laboral como tal, como se desconoce ese rol productivo en casa, y eso también acarrea cargas que son invisibles a la hora del rol productivo en la empresa o para la emprendedora. Siento que las compañeras salen empoderadas, alegres y muy comprometidas, dando ese primer paso de sensibilización, porque esto es a largo plazo” resalta Siliezar.

¿Por qué se guarda silencio? no solo en el campo de trabajo, si no que, en todos los espacios, existe ese miedo a la denuncia.

“Mucho del silencio se basa en la impunidad, las victimas ven que no hay respuesta de los entes estatales, no hay compromiso gubernamental  y que  los actores que están obligados a dar acceso a la justicia no están sensibilizados, por lo cual se abstienen de denunciar, porque se van a encontrar con una serie de barreras, dan por sentando estos obstáculos y son presa del miedo y de la inacción, vemos todos los días en los medios, femicidios, acciones de violencia, muertes violentas de mujeres, cercenamiento de mujeres, apuñalamiento de mujeres, abuso sexual de niñas y adolescentes, discriminación, trata de mujeres, trata de personas, tráfico sexual, explotación sexual  y ante esto las víctimas se sienten totalmente indefensas.  ¿Cómo pedirle a una mujer que denuncie?, cuando el sistema y los medios están demostrando que no hay respuesta para su caso. Entonces mucho de ese silencio raya en el temor de ser una estadística más y también raya en la inacción estatal, esa es la permanente denuncia que el movimiento de mujeres hace con respecto a estos temas” agrega la expositora.

Para la psicóloga Alma Pinto, a cargo de la Dirección de Mujer, Niñez y Familia de la Municipalidad de San Pedro Sula, “Estos espacios son vitales para el poder y el crecimiento de la mujer en nuestro país. Y no solamente para la mujer, sino también para todos los hombres, el seguir diciendo que el feminismo es lo mismo que machismo, es absurdo y patético, es falta de coherencia. El feminismo está en busca de lograr posicionar a la mujer en lugares donde su poder, su capacidad, su talento y su liderazgo, puedan brindar bondad y libertad a la sociedad ¡Los puestos de poder y de revolución también corresponden a las mujeres!

“Muchos están cometiendo errores garrafales que perjudican a la sociedad y estrictamente a la mujer, algunos por seguir patrones qué les cuesta enormemente soltar ya que son herencias patriarcales que temen soltar porque consideran tener su poder maltratando, pisoteando y escondiendo las virtudes y las fuerzas femeninas”

“Cosa que no nos va a detener, pero ellos necesitan soltar. Deben y debemos comprender qué un mundo feminista es un mundo libre. Pero, es evidente que no todos estamos listos aún para esta conversación. Por eso seguiremos abriendo espacio para abrir nuestra boca y abriles los oído y los ojos” explicó la psicóloga.

Edgardo Melgar expone sobre el caso de Keyla Martínez que está en impunidad, con el grupo de trabajo que analizó el caso.

Es poco usual ver a los hombres participar en estos espacios donde se habla de la Violencia Basada en Género, donde se comparten tantos testimonios en los que la mujer es la víctima y el hombre el victimario. Sin embargo, en esta oportunidad, conocimos a Edgardo Melgar de la Cámara de Comercio de Choloma (CCICH) quien participó activamente durante los tres días. También Ever Rubios, del Cuerpo de Bomberos de Honduras, ambos jóvenes sensibilizados con la temática, dispuestos a demostrar que el machismo no va con ellos y que se preparan para ser agentes de cambio dentro de esta sociedad violenta que demanda el concurso de toda la población para cambiar esos estereotipos que reproducen la violencia de generación en generación.

“Esta iniciativa de formación por parte de ONU Mujeres, Udimuf y la iniciativa Spotlight , es una experiencia fundamental en la que buscan transformar, crear conciencia, sensibilizar sobre el feminismo como un movimiento de empoderamiento, la promoción de la igualdad, equidad, justicia y libertad, así como también, nos brindan las herramientas de conocimiento para la lucha contra la violencia, mejorando la calidad de vida y desarrollo de las condiciones en los ámbitos políticos, sociales, culturales económicos y sociales. Además, nos hace reflexionar que debemos ser iguales ante la sociedad sin importar el género, un honor haber formado parte de un grupo excepcional, bendiciones a todas y todos” expresó Ever Rubios.

Como hombre ¿qué se siente participar en estos espacios?

“Es una oportunidad para poder cambiar la perspectiva y criterio que la sociedad desde pequeños nos ha inculcado, como hombre me siento orgulloso de formar parte del cambio, ya que veo el movimiento feminista como una búsqueda de la igualdad de oportunidades para las mujeres que a lo largo de la historia han sido excluidas. Pienso que debemos ser parte del cambio en nuestra familia, trabajo, centros educativos y comunidad” resaltó Rubios.

La jornada permitió un encuentro para reflexionar sobre; ¿cómo se atiende a las

sobrevivientes en mi empresa?, ¿sabemos dónde remitirla?, ¿está visible la ruta de

atención en mi espacio laboral? ¿lo estamos haciendo bien? ¿somos solidarias entre las mujeres?

Los estudios de casos reales permitieron a las personas compartir experiencias a través de socio dramas, con la dramatización de escenarios sobre la VBG en el entorno laboral, el abordaje y la remisión, la ruta que se debe seguir cuando existen casos de violencia contra las mujeres.

Las mujeres explican los pasos a seguir para interponer una denuncia de violencia, participan; Oficina Municipal de la Mujer, Apomuh entre otras.

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