Ya tenemos la lista de 23 mujeres y 22 hombres que pasaron el proceso de selección impulsado por la Junta Nominadora. Aunque no estemos de acuerdo con todos los nombres ahí incluidos, hay dos cuestiones que son fundamentales a destacar.
Primero, la Junta Nominadora nos ha demostrado que es posible que 7 sectores de la sociedad con posiciones e intereses diversos pueden sentarse a analizar y tomar decisiones colectivas sobre la base de unos acuerdos mínimos relacionados con la necesidad de contar con un Poder Judicial independiente.
Segundo, más allá de los acuerdos o desacuerdos en cuanto a las personas que integran la lista de 45, la misma es el resultado de un proceso transparente, público y con una importante participación de la sociedad civil y veeduría social.
Si bien en esa lista están incluidas algunas personas que desde nuestra opinión no deberían estar debido a su cuestionable trayectoria al frente de instituciones del sector justicia, el balance final del trabajo de la Junta Nominadora no deja de ser positivo.
Es fundamental rescatar las lecciones aprendidas de este proceso para fortalecerlo de cara al futuro y evitar cometer los mismos errores. Y también es necesario continuar en alerta máxima hasta lograr que el Congreso Nacional elija a una nueva Corte Suprema de Justicia que, al menos, sea decente.