La selección de las personas que pueden ser magistrados y magistradas de la Corte Suprema de Justicia es un asunto que nos debe interesar a toda la ciudadanía porque las decisiones de los jueces y las juezas tienen un gran impacto en nuestra vida diaria.
Como lo señala el magistrado español José Antonio Martín Pallín, nuestra libertad, nuestras formas de vida familiar, nuestras propiedades, nuestra capacidad para hacer negocios o disponer de una herencia están en manos de estas personas funcionarias.
Por ello es fundamental contar con un Poder Judicial independiente, lo cual es un elemento esencial e irremplazable para el fortalecimiento de la democracia y del Estado de Derecho.
Uno de los factores importantes que aporta a la independencia judicial es garantizar que las magistradas y magistrados sean electas en base a méritos y capacidades, y no por su vinculación político partidista.
En este sentido, la independencia judicial no es un privilegio de los jueces y juezas, sino una garantía en beneficio de cada persona de que se respetarán sus derechos y que se aplicará la ley sin interferencias de otros poderes estatales o sociales.
Esto es importante teniendo en cuenta que el 82.5% de la población cree que las juezas y jueces protegen los intereses de las personas ricas, poderosas, corruptas y narcotraficantes del país de acuerdo con el Sondeo de Opinión Pública del ERIC-SJ.
La ciudadanía debemos estar alertas ante todo el proceso destinado a contar con un mecanismo idóneo de selección de la Corte Suprema de Justicia para evitar que el Poder Judicial siga cooptado por los poderes oscuros 7 años más.