Por: Carolina Alduvín
El 30 de mayo de 2017, el Fondo Carnegie para la Paz Internacional publicó un libro titulado Cuando la Corrupción es el Sistema Operativo: El caso de Honduras, firmado por la periodista de investigación Sarah Chayes, graduada de Harvard y con experiencia en desarrollo comunitario, al haber contribuido en la reconstrucción de Afganistán, luego de la expulsión del Talibán. En la década pasada, la autora fungió como miembro principal del Programa Democracia e Imperio de la Ley en esa institución, donde propuso una iniciativa en corrupción y seguridad, que analiza la estructura de gobiernos cleptocráticos alrededor del mundo, junto a otros factores con los que la corrupción pública interactúa ciertos países, siendo el nuestro el representativo en América Latina.Con una investigación de campo casi exhaustiva, luego del asesinato de Berta Cáceres, Chayes ya había publicado gran parte de todo lo que salió a luz durante el reciente juicio en el Distrito Sur de Nueva York, y mucho más. En su libro, disponible en la red, analiza con gran amenidad la manera en que se entretejen los hilos de corrupción entre los sectores público, privado y delictivo. Los tres ámbitos, en partes casi iguales en impacto social y cantidad de ingresos obtenidos, mantienen cierto grado de autonomía y con cierta frecuencia se ven afectados por la rivalidad interna. Describe como las operaciones del sistema cleptocrático devastan el ambiente, amenazan y merman nuestra biodiversidad, con el primordial fin de generar ingresos para la red.Expone los antecedentes de nuestra accidentada ruta en pos de los ideales de democracia y desarrollo, más los escándalos de corrupción que la han desviado, postergado o detenido. A cuál más vergonzoso, cada uno como gran monumento a la impunidad que estimula y hace más audaz a la siguiente generación de cleptócratas. Como la industria bananera declinó, pero el poder tras la misma persiste, las formas en que la economía nacional ha sido golpeada y reestructurada, para irse adaptando a los diversos mecanismos de sangrado ideados o aprovechados por los menos escrupulosos de las 3 esferas, especialmente tras la sucesión constitucional de 2009.También expone la estructura de las redes, las coyunturas que se fueron dando y aprovechando para tejerlas y consolidarlas, las instituciones del gobierno que fueron corrompidas para servir a los fines de la red, los mecanismos mediante los que las instituciones del gobierno que fueron deliberadamente debilitadas. Los momentos en que se fueron incorporando paso a paso los miembros del sector privado, con los negocios más lucrativos, a la red de corrupción pública y la intervención de los capos del narcotráfico para facilitar operaciones y comprar conciencias. Paralelamente, va señalando los golpes técnicos que desde la cabeza del Congreso fue dando, en forma de decretos legislativos, el expresidente juzgado en NY para allanar el camino al ejecutivo y su posterior reelección, pese a tener prohibición constitucional. Como paso a paso se fue debilitando la democracia, la independencia de poderes y la institución armada.Chayes también refiere las instituciones, prácticas y condiciones externas que habilitan la red cleptocrática, además de esquematizar los flujos de efectivo que benefician a los 3 sectores. Como la percepción de que bajo la anterior administración, la violencia asociada al narcotráfico disminuyó, cuando se trató más que otra cosa de una eliminación de bandas rivales, de competidores por territorio, botín e influencias para continuar con los grandes beneficios derivados de la desviación de dinero público a bancos y empresas privadas con el pretexto de desarrollar obra pública y la respectiva tajada para un sector la delincuencia organizada, patrocinadora de hegemonía política en los niveles local y nacional.Lo regurgitado en el famoso juicio neoyorkino, puede constatarse en varias páginas del libro en mención, donde se plasmó mucho antes de la captura de algunos ahora sentenciados. En cuanto a la distorsión y secuestro del Estado de Derecho, utilizando al CN en menoscabo de la incipiente democracia, el régimen corrupto encabezado por el usurpador y parientes hoy mencionados en la corte estadounidense, lejos de rectificar como prometiera en campaña, lo que ha hecho es usufructuarlo para imponer la agenda FSP dictada desde Sudamérica. No da libertad, ni refunda.carolinalduvin46@gmail.com