Dr. HORACIO ULISES BARRIOS SOLANO Premio Nacional de Ciencia “JOSÉ CECILIO DEL VALLE”

En varios foros y artículos me he referido a que la independencia de la cinco parcelas  centroamericanas de la corona española descansa en dos columnas tal como el Templo de Salomón: 1) la espada del Héroe y Mártir General José Francisco Morazán Quesada y 2) la pluma del Prócer Abogado José Cecilio del Valle.

Así las cosas dilectos ciberlectores: sin sesgo de ninguna clase es justo y necesario que al cumplirse el próximo 2 de marzo de 2023 el aniversario número 246 que la parca le impidió a este cholutecano, pero con perfil continental, ejercer la presidencia de la República Federal de Centroamérica hagamos la excepción, razón por la cual es mi obligación continuar emborronando cuartillas y defendiendo a ultranza la figura de mi paisano hasta que algún día no muy lejano Honduras lo coloque en el sitio que él merece porque en calidad de Funcionario de La Corona Española el mismo día de la proclamación de la independencia participó en la elaboración del texto del Acta, pero que algunos compatriotas señalan que Valle no fue quien redactó el Acta de Independencia, sino que fue otra persona porque la letra original del Acta, no es la letra de Valle; pero si vemos el estilo y la forma de decir las cosas: es el estilo de Valle pero, y si no la firmó por estar inhabilitado legalmente para tales menesteres, sin perjuicio de ello él fue la Cabeza Visible del Acta, y los (as) que han estudiado la Teoría de las Organizaciones deben saber que no fue El Hombre de Paja, a contrario sensu, no lo hubieran elegido miembro de la primera Junta Provincial Consultiva de Centro América.

De vocación Hispano Americanista, es uno de los representantes más cabales de la generación de americanos de principios del siglo XIX. En 1822 propugna, con una propuesta muy concreta y realista, la Confederación de los Países de América Latina desde su periódico El Amigo de la Patria, independientemente de Bolívar, cuyos propósitos al respecto no eran entonces conocidos por él. Esta antología del pensamiento de José Cecilio del Valle recoge lo fundamental de su obra, agrupada temáticamente en nueve capítulos: El Estadista, El Educador, El Jurista, El Científico, El Americanista, El Periodista, El Economista, El Legislador y El Historiador, enumeración que demuestra por sí misma la diversa y pujante inquietud de este destacado americano.

Es paradójico que extranjeros dela talla del argentino y norteamericano Alejandro Gómez, Louis E. Bumgartner(+) que escribieron su tesis doctorales sobre este hombre preclaro y que decir del abogado guatemalteco Jorge Mario García Laguardia(+) que por encargo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) escribiera el libro titulado Obra Escogida; del conspicuo hondureño licenciado Matías Fúnez Valladares (+) Valle: su tiempo y el nuestro; el Ex Presidente Constitucional de la República de Honduras doctor Ramón E. Cruz(+) en la Revista Extra, Año 1-Octubre de 1965-N° 3, página 13:    “Se ha pretendido, por los adversarios del sabio José Cecilio del Valle culpar a éste, en cuanto al carácter no definitivo de la proclamación de la Independencia y se le tacha por considerar que la célebre Acta adolece de obscuridad y ambigüedades que no debe contener un documento que proclama un acto de naturaleza tan trascendental como en la emancipación…”.

Eliseo Pérez Cadalso(+) comenta: “Los criollos fueron los verdaderos autores de la independencia. Criollos eran Bolívar, San Martín, Valle, Iturbide y casi todos los directores de la revolución manumisora. Su sangre hispana era el pasaporte para ilustrarse en universidades tanto europeas como americanas, habiendo ganado la mayor parte de ellos una sólida cultura humanística” (Pérez, 1969: 18-19). Sin embargo, “José Cecilio del Valle no figura entre los patriotas que promovieron movimientos sediciosos, porque él era hombre de estudio y no demagogo, y porque como sujeto de reflexión, conocedor de las leyes que regulara las transformaciones de la sociedad, comprendía que dichos movimientos estaban condenados a abortar por la ausencia de lógica en los planes y la falta de preparación intelectual de sus autores” (Pérez, 1969: 24).

Aunque no todo es miel sobre hojuelas pues el doctor Ramón López Jiménez(+) Miembro Número de la Academia de Historia Salvadoreña denostó, en mi opinión muy personal, al Sabio Valle con el ignominioso mote del [1]Fouché de Centroamérica, pero al cesar lo que es del cesar, en el prólogo del libro el doctor López Jiménez manifiesta “Su condición de sabio es apodíctica. Está fuera de toda discusión…”

Para concluir este artículo reiteramos que la independencia de la cinco parcelas  centroamericanas de la corona española descansa en dos columnas tal como el Templo de Salomón: 1) la espada del Héroe y Mártir General José Francisco Morazán Quesada y 2) la pluma del Prócer Abogado José Cecilio del Valle y ambos instaron a la juventud:

[2]Jóvenes, ved aquí la carrera grande de la gloria. Los cuerpos políticos necesitan almas, y las almas de estos cuerpos deben ser los sabios. El patriotismo ilustrado avanza la causa de la patria: el patriotismo que no lo es la atrasa y la entorpece. Cultivad las ciencias: trabajad para ser sabios. Pero no esperéis serlo sin alejaros de lo que distrae o embaraza el pensamiento. La sobriedad en todo es el primer elemento de la sabiduría. Un obeso no puede pensar: un sibarita es incapaz de meditaciones profundas. No hay vicio que no arrebate el tiempo a sus víctimas: no hay pasión que no turbe el reposo. En el seno de la templanza, en la tranquilidad de la virtud es donde se forma el pensador profundo; el sabio grande y sublime. Si buscáis placeres, las ciencias son las fuentes más inagotables. César viendo a Cleopatra: Creso acumulando riquezas no probaron jamás el placer que se goza leyendo el libro de un sabio, observando la naturaleza, o pensando en las sociedades. Si en la misma meditación se ve de repente iluminado lo que antes era tenebroso: si contemplando un objeto se descubren teorías nuevas, o pensamientos originales, entonces…oh jóvenes no es posible explicar estos momentos de delicias. Afectan todo el ser. Newton queda arrobado; Arquímedes sale por las calles publicando su descubrimiento. Las ciencias os llaman, jóvenes: sed dignos de ellas: sed sabios: sed justos: observad primero: reunid hechos: meditad después: escribid al fin, y presentad a la patria las luces a que tiene derecho.


[1] Joseph Fouché el genio tenebrosos de la revolución francesa según su biógrafo Stefan Sweig

[2] Ultimo párrafo dedicado al Sabio escrito en 1822 por José del Valle (Soñaba el Abad de San Pedro) 

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