Estamos a 3 años y 3 meses desde que se detectó el primer caso de COVID-19 en Honduras. Hasta ahora, los datos oficiales reportan que han habido 471,557 casos y 11,109 fallecidos. Se han aplicado más de 16 millones de dosis de vacuna a 8.611,248 hondureños mayores de 5 años.
Hace mes y medio no contamos con boletines de estadística oficial, pero los investigadores independientes y algunos reportes verbales de unidades de salud pública han alertado sobre un aumento de casos hace un mes. Esto sugiere un rebrote probablemente leve. La sintomatología aguda ha obligado a los pacientes a buscar más las pruebas diagnósticas. A su vez, se sugiere que en las últimas semanas han aumentado las infecciones respiratorias por otros virus.
El riesgo para la población vulnerable sigue. Según los reportes de la red pública en el último boletín de la Secretaría de Salud el 15 de mayo de 2023, este año han fallecido 30 personas durante este año. La mitad de ellos tenía hipertensión arterial y un tercio tenía diabetes. Las personas con enfermedades crónicas siguen siendo las de más alto riesgo. Los fallecidos en el sistema pública provienen de 11 departamentos.
Cuando la tasa de reproducción es menor que cero, el virus ya no es contagioso. Todavía no se ha llegado a ese nivel en el mundo. Entre menos vigilancia epidemiológica, menos sabremos sobre la contagiosidad del SARS-CoV-2.
En todo el mundo predominan la subvariante XBB.1.5, seguida de la XBB.1.6 y otras recombinantes (subvariantes combinadas). No contamos con datos actuales sobre las variantes o subvariantes circulantes en Honduras, pero lo esperado es que sean similares al resto de la región.
Por otro lado, el 28 de abril de 2023 se actualizó el esquema, considerando la nueva evidencia, que existe inmunidad colectiva y que el SARS-CoV-2 es menos agresivo. Ya no se recomiendan dosis muy cercanas entre sí, como durante la pandemia. La evidencia indica que los anticuerpos duran alrededor de 6 meses por la vacuna y alrededor de 8 meses por la enfermedad.
Aún se discute si hay que vacunarse tan pronto después de sufrir la enfermedad. Los esquemas de vacunación anticovid deben ser reanalizadas con la nueva evidencia y según los distintos tipos de vacunas. Esta es un área de investigación que debemos apoyar.
Insistimos en que se continúe y profundice la farmacovigilancia posvacuna anticovid, y usar los resultados para guiar la vacunación e informar a la población. Recomendamos revisar la sección de este boletín sobre precauciones y contraindicaciones de la vacuna anticovid.
Asimismo, recordamos a la población sobre los síntomas del COVID largo. A más reinfecciones, más riesgo de esta secuela, por lo cual es necesario mantener la bioseguridad en aquellas personas de riesgo y en espacios cerrados con poca ventilación.
Terminamos invitando a la población y al personal de salud de todo el país, a ayudar a la vigilancia epidemiológica participando en el AUTORREGISTRO DE COVID-19 de este Observatorio, el cual está disponible en el enlace: https://forms.gle/3ZtoV3STMeSDiTfu7.
